La Confederación del Transporte Pesado Nacional e Internacional de Bolivia se encuentra en emergencia debido a la escasez de combustible, especialmente de diésel, que atraviesa el país, situación por la que solo el 30% de sus afiliados puede continuar con sus actividades laborales y económicas.
“Está trabajando solo el 30% de nuestros transportistas. Es preocupante, nosotros estamos haciendo fila dos a tres días para abastecernos de diésel”, protestó Pedro Quispe, dirigente del sector, en conferencia de prensa.
Indicó que el 70% restante se encuentra atrapado en las estaciones de servicio de las diferentes regiones y zonas del país, motivo por el cual no pueden realizar sus actividades con normalidad.
“No podemos estar trabajando un día sí y otros dos días haciendo filas en las estaciones de servicio”, protestó Quispe.
El dirigente pidió a todos los sectores afectados, como los cooperativistas y el empresariado, también expresen su inconformidad con la escasez de diésel, pues, en su criterio, es un problema que afecta a toda la cadena.
Asimismo, Quispe indicó que el sector del transporte pesado es uno de los más afectados por el encarecimiento de los productos y bienes de importación, los cuales incrementaron su precio debido a la escasez de dólares.
Por ejemplo, según el dirigente, una llanta que antes costaba Bs 400 hoy se la comercializa por hasta Bs 1.300. El perno, antes costaba Bs 1, pero ahora se lo encuentra en Bs 4. En el caso de un balde de aceite, antes lo compraban a Bs 600, pero hoy cuesta Bs 1.200.
Por ello, insistió en que la situación de su sector es insostenible. “Ya no tenemos posibilidad de trabajar. Todo ha subido, menos el flete, menos el transporte”, señaló.
El sector reiteró que, en caso de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no normalice la provisión de combustibles, no se descarta ir a un paro o tomar otras medidas de presión.