El déficit energético en Bolivia, que a la fecha supera los 1.400 millones de dólares y que genera periodos de desabastecimiento con largas filas y afectación a la economía, puede aumentar para 2029 a $us 6.000 millones, lo que refuerza la advertencia de parte de expertos, de que lo peor está por venir.
Los datos corresponden al experto y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos: “Este año por ejemplo vamos a estar importando alrededor de 2.400, 2.500 millones de dólares y vamos a exportar $us 1.100 millones de gas, es decir, tenemos un déficit enérgetico de $us 1.400 millones. Si nos proyectamos al año 2029 ese déficit energético es de $us 6.000 millones”.
Las cifras oficiales de 2024 no difieren mucho.
El año pasado el país exportó energéticos por $us 1.673 millones y los importó por $us 2.880 millones, una diferencia negativa de $us 1.208 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Básicamente vamos a importar todas las necesidades de energía que tiene el país, de hidrocarburos (…) Le digo a la población que realmente todavía no hemos visto lo peor. Hace dos años comenzaron los desabastecimientos y cada vez son más frecuentes y cada vez son más largos”, advierte Ríos en Correo del Sur Radio.
El también especialista Raúl Velásquez, analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, escribió en sus redes sociales que “en un país serio la seguridad energética debería estar garantizada en el largo plazo, tener suficiente producción para cubrir la mayor parte del consumo interno y suficientes divisas para importar por distintas fronteras el resto”. “Acá llevamos 20 años de estupidez ideologizada”, remató.
Consultado por este medio sobre la posibilidad de un peor escenario, advierte: “Coincido en que, al menos que se descubran por lo menos tres megacampos en el país, Bolivia tendrá que empezar a importar una parte (no todo) del gas natural que se consume y esa cantidad irá creciendo a medida que los campos actuales vayan declinando más y no se repongan reservas rápidamente con actividad exploratoria. Pero para eso se requiere un cambio en la ley que haga atractiva la inversión con capital de riesgo”.
Ríos remarca que “el problema en Bolivia es el modelo económico que (…) puso en manos del Estado absolutamente todo y el Estado no tiene para todo”. Hace notar que cualquier proyecto de exploración demorará entre cuatro y cinco años.
En este punto Velásquez remarca que depende de la ubicación del proyecto, la exploración previa y las facilidades de explotación. Compara que no es lo mismo desarrollar Mayaya en La Paz que Yapucaiti en actual perforación en Chuquisaca.
¿Y EL GLP Y EL GAS?
Justamente la posibilidad de que el gas y el Gas Licuado de Petróleo (GLP) escaseen es un tema frecuente en redes sociales y conversaciones.
“´Las cosas no pasan de la noche a la mañana (…) Este 2025 vamos a comenzar a necesitar importar GLP para mantener abastecido el mercado interno (…) No es drástico (…) Con el gas natural yo los tranquilizo un poco más: los usuarios que tienen vehículos a gas tienen dos años y medio más”, vaticina Álvaro Ríos.
Recuerda que la última exportación de GLP desde Bolivia data de febrero y que en 2027 termina la exportación de gas a Brasil.
Compara la situación con el deterioro de la economía en Venezuela, también país productor, y coincide con Raúl Velasco en que urge un cambio de política.
Ambos, al igual que otros analistas en hidrocarburos, han recordado en varias oportunidades que la caída en la producción de gas en Bolivia empezó en 2015, a la par de las alertas lanzadas por investigadores que no fueron escuchadas.
El gobierno de Luis Arce ha culpado al expresidente Evo Morales de descuidar la exploración y de desincentivar la inversión extranjera, a lo que políticos y analistas le han recordado que fue parte de esas administraciones.
ANTES Y AHORA
En 2014 Bolivia exportaba 6.100 millones de dólares en hidrocarburos e importaba 1.000 millones, es decir, tenía un superávit energético de $us 5.100 millones.
Para Álvaro Ríos, ello se debió a la “herencia” que recibió el MAS de gestiones anteriores y al contexto internacional.
Casualmente, el cálculo es que a 2029 el déficit en balanza comercial de hidrocarburos alcance $us 6.000 millones.
EQUIVALENTE A…
Los 6.000 millones de dólares que Bolivia exportó en hidrocarburos en 2014 y que ahora podría alcanzar en déficit el año 2029 equivalen a cien veces el presupuesto de la Gobernación de Chuquisaca, de 60 millones de dólares al tipo de cambio oficial.
Con ese monto se podrían construir por lo menos 81 hospitales de tercer nivel equipados, cada uno de un costo de $us 74 millones.