La escasez de diésel se ha convertido en un obstáculo crítico para el desarrollo de la zafra cañera en el norte integrado de Santa Cruz. La falta del combustible ha ralentizado la cosecha, pone en peligro miles de hectáreas de caña en campo y amenaza con paralizar los ingenios azucareros, alertó Óscar Alberto Arnez, presidente de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol).
“El sector cañero viene arrastrando esta preocupación desde hace más de un mes. Las reuniones con el Ministerio de Hidrocarburos y YPFB no han dado frutos concretos. En los últimos 12 días no ha llegado diésel a los surtidores y, si no se regulariza en una semana, no vamos a poder arrancar la zafra con toda nuestra capacidad”, advirtió Arnez.
Un inicio rezagado y un avance mínimo
La zafra debía comenzar con fuerza en abril, pero las lluvias y la falta de combustible han hecho que, a la fecha, solo se haya avanzado con un 10% de la molienda. “Aguaí, por ejemplo, que debe procesar más de 3 millones de quintales, solo ha molido cerca de 400.000. Guabirá también apenas está empezando”, detalló el dirigente.
En condiciones normales, a estas alturas del año, los cañeros ya estarían operando al 100%. Ahora, con junio casi a la mitad, se teme que la caña no pueda cosecharse a tiempo, y que una parte significativa se pierda, si se adelantan las lluvias.
Las cosechadoras mecanizadas, camiones de carga y todo el aparato logístico de la zafra dependen completamente del diésel. Según Arnez, una sola máquina consume entre 500 y 1.000 litros diarios, y el requerimiento total del sector es de unos 10 millones de litros por mes durante los seis meses que dura la campaña.
“Es una cifra significativa, pero no desproporcionada, como a veces se quiere hacer ver. Muchos productores incluso están comprando diésel WLS, que es más caro, pero ni eso alcanza si no hay regularidad en el abastecimiento a los surtidores”, afirmó.
Riesgo para el abastecimiento de azúcar y etanol
La paralización de la zafra no solo pone en jaque la producción de azúcar para el mercado interno y la exportación, también compromete la elaboración de etanol, fundamental para la mezcla con gasolina en el país. A la fecha, los contratos para la provisión de etanol aún no han sido renovados, lo que ha incidido también en la disponibilidad de gasolina, según Arnez.
“Se produce hasta 360 millones de litros de etanol por año, pero el contrato máximo con YPFB es por 260 millones. No es que no haya oferta, es que no se ha gestionado bien la demanda”, aseguró
La actividad cañera genera más de 20.000 empleos directos en la región y muchos más de forma indirecta. Mueve la economía de todo el norte integrado de Santa Cruz.
“El año pasado exportamos 3,5 millones de quintales de azúcar. Este año proyectamos llegar a 5 millones. También se exporta alcohol potable. Todo esto está en riesgo si no hay combustible”, remarcó el dirigente, quien denunció que, a pesar de firmar convenios con el Gobierno, los compromisos no se están cumpliendo.