Los efectos de las recientes protestas y la persistente escasez de diésel están golpeando con fuerza al sector avícola boliviano. En conferencia de prensa, Enzo Landívar, presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA), alertó que el país enfrentará un “déficit inevitable” de carne de pollo en las próximas semanas debido a la imposibilidad de transportar animales e insumos durante los bloqueos y a las restricciones logísticas causadas por la falta de combustible.
“Como todos los sectores productivos, el avícola ha estado trabajando sin posibilidad de crecer ni de exportar. Al sector avícola le va bien cuando al agrícola le va bien. Pero los últimos bloqueos han paralizado la reposición de animales en granjas, especialmente en Cochabamba”, afirmó Landívar.
Landívar alertó que, como resultado de los bloqueos y la paralización en el traslado de insumos y animales vivos, “ya se ha generado una inflación en el precio del pollo, y a mediano plazo habrá un déficit de producción que va a repercutir directamente en el bolsillo del consumidor”.
El dirigente explicó que durante las semanas de protestas no se pudo enviar pollo faenado desde Cochabamba al mercado, ni distribuir carne desde Santa Cruz —que produce el 85% del pollo del país— hacia otros departamentos. Peor aún, la imposibilidad de trasladar pollitos bebé a otras regiones interrumpió los ciclos de producción.
“Bolivia consume alrededor de 5,5 millones de pollos por semana. Cochabamba normalmente repuebla unas 1,2 millones de aves, pero en estas semanas solo ha alcanzado las 400 mil. Esto tendrá un impacto directo en el suministro”, explicó.
Aunque las rutas se encuentran desbloqueadas desde este martes y el tráfico se ha reactivado, los efectos del corte prolongado ya se sienten. “Ya hubo una inflación de precios por el bloqueo y a la larga vamos a ver un alza más pronunciada”, anticipó Landívar.
El líder gremial también denunció que los costos de insumos como el maíz y el sorgo, esenciales para la alimentación de las aves, se han disparado por los bloqueos y por lo que calificó como “bloqueo helado”: la escasez crónica de diésel.
“En plena cosecha, el precio del maíz y del sorgo ha bajado, pero no se puede mover carga. Apenas el 30% de los camiones están operando, el resto está haciendo filas por combustible”, señaló.
Landívar advirtió, además, que este panorama podría derivar en una sobreoferta temporal en Santa Cruz, que haría caer los precios a niveles que afectarían gravemente la sostenibilidad de los productores.
Finalmente, hizo un llamado a los candidatos presidenciales a presentar una visión clara para el campo: “Queremos saber si realmente están dispuestos a cambiar el modelo económico que nos ha tenido estancados por 20 años, y cómo van a incluir al sector productivo en sus planes de reactivación”.
La situación del sector avícola se suma a los crecientes signos de una crisis estructural que golpea a diversas áreas de la economía boliviana, marcadas por bloqueos, déficit de combustibles y falta de divisas.