Gas, nuclear, solar… la opacidad de los informes censurados sobre el apagón impide saber qué centrales fallaron

La opacidad de los informes sobre el apagón presentados esta semana por el Gobierno y el operador del sistema, Red Eléctrica (REE), y censurados a petición de las empresas eléctricas, impide saber por ahora qué centrales fallaron el pasado 28 de abril.

Entre ellas hay instalaciones solares, de gas y nuclear, que con mayor o menor protagonismo estuvieron inmersas en una cadena de errores que contribuyó al histórico cero peninsular sin precedentes: un fenómeno que fue “multicausal”, según las conclusiones del comité de expertos del Ejecutivo, lo que supone un reparto de culpas entre REE (cuyo mayor accionista es el Estado, con un 20%) y las compañías eléctricas.

Como avanzó en exclusiva elDiario.es, el parque fotovoltaico en Badajoz que sufrió la “oscilación forzada” que está en el origen del apagón es la megaplanta Núñez de Balboa, propiedad de Iberdrola. Esta instalación es, además, y según ha podido saber este medio por fuentes conocedoras de la versión no confidencial del informe del Gobierno, una de las fotovoltaicas que, cuando comenzaron las pérdidas de generación conforme iba subiendo la tensión en la red, se desconectaron de forma “indebida”, según la expresión que utilizó el pasado martes tras el Consejo de Ministros la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que este martes compareció ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados.

A Núñez de Balboa, que tiene una potencia de 500 megavatios (MW) se suma otra planta muy emblemática de la primera eléctrica española, la Francisco Pizarro, en Cáceres, que en 2022 desbancó a esa central pacense como la mayor de Europa con sus 590 MW de potencia. La Francisco Pizarro también se desconectó de modo “inadecuado”, por utilizar la expresión del informe de REE, y de acuerdo con las fuentes consultadas. elDiario.es contactó con Iberdrola, sin obtener respuesta.

Antes de la caída de estas centrales, hubo un fenómeno clave que no está relacionado con la fotovoltaica, sino con la generación térmica. Tras esas oscilaciones en Núñez de Balboa, durante las cuales, según el informe del Gobierno, “se reportan algunas llamadas por parte de agentes al Operador del Sistema” y “se detecta una caída brusca del amortiguamiento del sistema”, que “se hace más vulnerable”, el operador del sistema adopta una serie de medidas urgentes para tratar de corregirlas, como un cambio en la operación de la interconexión con Francia. Y la situación se agrava porque las plantas de generación convencional que cobran en el mercado de reserva (conocido como restricciones técnicas) por controlar la tensión no se comportan de la forma esperada, y por la que reciben una retribución.

Como señala el informe del Gobierno, “varios de los grupos térmicos acoplados no respondían como era de esperar en ese contexto”. “O bien absorbían menos energía reactiva de lo esperado por el operador del sistema, no aportando el suficiente control de tensión”, o hacían justo lo contrario de lo que se esperaba de ellas: “Generaban energía reactiva en lugar de absorberla (contribuyendo a empeorar la sobretensión)”, que es lo que ocurrió con una central de gas en Andalucía.

Se desconoce qué planta es ni cuáles eran las centrales que debían prestar ese servicio. Sí se sabe que, la víspera del apagón, REE había reservado diez grupos térmicos (tres nucleares y siete ciclos combinados de gas), el mínimo del año, para controlar la tensión. Pero uno de ellos, de nuevo “en la zona sur”, según recoge el informe del Gobierno, declaró su “indisponibilidad” por una avería a las 19.47 horas del domingo. Pese a ello, el operador del sistema decidió no sustituirlo para las horas en las que se produciría el cero nacional, por entender que habría reserva suficiente. Pero no fue así.

Pérdidas de generación
Tras los fallos en el control de tensión de esos grupos convencionales (en manos de las grandes eléctricas) que debían prestar ese servicio, llega un nuevo fallo: casi el 22% de las 850 instalaciones de renovables, cogeneración y residuos incumple también con sus obligaciones de regular lo que se conoce como potencia activa. El resultado es que la tensión sigue subiendo. A continuación empiezan a sucederse las pérdidas de generación que acaban desembocando en el cero total del sistema. El informe de REE recoge, sucesivamente, el “disparo inadecuado de un transformador de evacuación en Granada” y fallos la expresión es la misma, “disparo inadecuado” en fotovoltaicas en Badajoz, Sevilla y Cáceres. Entre ellas, las de Iberdrola.

El detalle de cuáles son esas centrales se desconoce, como consecuencia de la censura de esos informes, pese a que el pasado 27 de mayo la patronal a la que pertenecen Iberdrola o Endesa exigió “transparencia y una explicación técnica rigurosa sobre el apagón”. Esta opacidad, impuesta por las empresas y admitida por el Ejecutivo, pone muy cuesta arriba por ahora la petición de indemnizaciones para los afectados. El proceso previsiblemente acabará en los tribunales y se prevé multimillonario.

Uno de los dictámenes pendientes es el informe sobre el apagón que prepara la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Se desconoce si el documento que elabore el organismo que preside Cani Fernández también estará censurado. Esta hipótesis no se concibe si el conocido como ‘súperregulador’ o, en su caso, la anunciada Comisión Nacional de la Energía (CNE), finalmente incoa un expediente sancionador; algo que no es descartable vistos los incumplimientos que recogen los informes gubernamentales y de REE.

Este jueves, tras la publicación de estos dos informes sobre el apagón, la CNMC ha anunciado que ha aprobado al fin la actualización del procedimiento de control de tensión que este organismo llevaba analizando desde 2021 y al que ha tardado en dar luz verde casi cuatro años. Tanto el Gobierno como REE habían urgido al organismo a ponerlo en marcha ya en sus informes sobre el apagón, aunque el nuevo mecanismo no empezará a estar operativo hasta el primer trimestre del año que viene. Se aprobó la semana pasada (aunque no se ha anunciado hasta este jueves, tras la publicación de esos dos informes), después de dos proyectos pilotos y de un apagón sin precedentes en España.

SourceEl Diario

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