El aceite comestible, un producto básico en la dieta de los bolivianos, escasea en el mercado. A pesar del incremento en la producción de las industrias aceiteras —estatales y privadas— y de los anuncios gubernamentales sobre el abastecimiento garantizado, las filas, la sobredemanda y el alza de precios en algunos puntos de venta se mantienen.
Según datos oficiales, la producción de aceite refinado se incrementó de 4.600 a 6.250 toneladas por mes, es decir, un crecimiento del 40%, impulsado en parte por la incorporación de la nueva Planta de Transformación de Subproductos de Soya de San Julián, que ahora forma parte del entramado industrial del país.
“Somos la novena empresa que va a comercializar aceite ‘Sabor Casero’”, afirmó el gerente general de Emapa, Franklin Flores, en contacto con Bolivia TV. La planta —con una inversión de Bs 424 millones— inició operaciones en diciembre pasado y busca reforzar la oferta estatal del producto.
Emapa ya ha colocado en el mercado unas 500 toneladas de aceite refinado y prevé distribuir cerca de un millón de envases de 900 ml en julio, a precios que oscilan entre Bs 13 a granel y Bs 14 en envase.
Producción no es el problema
El viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, subrayó que la capacidad instalada en la industria aceitera es suficiente. De hecho, las principales marcas del país —Fino, Rico, Crisol, Selecto, Oro, Sabrosa, Doña Luisa, Sao y Emapa— están operando al 64% de su capacidad.
Con estas cifras, Siles fue enfático: “No hay razón para la escasez. El problema no está en la producción, sino en el comportamiento de la demanda”. Según explicó, el consumo promedio per cápita en Bolivia es de 8,5 litros por persona al año, pero esa cifra se disparó en las últimas semanas debido a la incertidumbre, especulación y compras masivas.
“Antes, una persona compraba una botella de 900 mililitros; ahora compra un bidón de 4,5 litros… o dos si puede. Esa sobredemanda es la que genera el desajuste”, afirmó.
Medidas de control
Para frenar el agio y garantizar el acceso equitativo, el Gobierno instruyó a supermercados y tiendas de Emapa limitar la venta a un litro de aceite por persona, y anunció que el producto estatal dejará de venderse a granel para ofrecerse exclusivamente en envases.
Además, Flores advirtió que “la distribución no está siendo controlada adecuadamente” y pidió una mejor fiscalización para que el aceite llegue a todos los centros de abasto sin distorsiones de precio.