El presidente de la Cámara de Transporte Pesado de Bolivia, Héctor Mercado, advirtió este miércoles que la escasez de diésel mantiene al 90% de los camiones —tanto nacionales como internacionales— varados en estaciones de servicio en todo el país, lo que amenaza con golpear de manera directa a la economía nacional.
“En estos momentos el transporte pesado ya se podría decir que el 90% está parado en las filas de los surtidores, y esto no solo en Cochabamba, sino a nivel nacional, en departamentos como Santa Cruz, La Paz, Oruro, Pando y Beni”, declaró en conferencia de prensa.
Mercado cuestionó la falta de control de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y de YPFB sobre la venta irregular de combustible. “En Bombeo el litro de diésel se consigue a 10 bolivianos y por cantidades. En Santa Cruz, las famosas tarjetas permiten cargar mil a dos mil litros, mientras que los camioneros apenas logran 500. ¿Qué podemos pensar de esa situación?”, criticó.
El dirigente subrayó que el transporte pesado evita recurrir a bloqueos como medida de presión, pero pidió al Gobierno asumir con responsabilidad el abastecimiento de carburantes.
“No vamos a salir a bloquear, no lo vamos a hacer. Pero sí exigimos que las autoridades elegidas cumplan con sus responsabilidades. No podemos seguir en un país de cabeza, con un modelo económico que nos está llevando a la quiebra”, sostuvo.
Mercado alertó que la crisis del diésel afecta ya a la cadena productiva nacional. “El transporte pesado maneja la economía del país: saca la exportación e ingresa la importación. Si no funciona, se verán perjudicados productores, avicultores y todos los sectores vinculados a la logística. Todo está empezando a subir porque ya no es solo falta de flujo, es falta de combustible”, advirtió.
Si bien no precisó el monto del daño económico, aseguró que las pérdidas son millonarias. “En cada surtidor hay entre 250 y 300 camiones haciendo fila. Se generan trancaderas, accidentes y robos, y nadie dice nada”, afirmó.
El dirigente adelantó que este miércoles sostendrán una reunión con el Ministerio de Hidrocarburos para exigir soluciones concretas. “De antemano queremos dejar claro a la población boliviana que el transporte pesado no se va a jugar a bloqueos ni paros. Pero sí pedimos que se controle la minería ilegal y el desvío de combustible, porque quienes estamos siendo afectados somos todos los bolivianos”, concluyó.