Los productores de arroz del Beni se declararon en emergencia y anunciaron que este miércoles realizarán un “tractorazo” y la toma de oficinas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El secretario ejecutivo del sector, David Pérez, denunció que la maquinaria agrícola está paralizada y que, sin combustible, peligra la siembra prevista para la próxima semana. “Necesitamos al menos siete millones de litros para iniciar la campaña. Pedimos permisos para importar diésel, que cuesta Bs 14, y una cisterna móvil para abastecernos, porque lo que llega a los surtidores está copado”, declaró.
Según los arroceros, al menos el 80% del carburante que ingresa a la región es acaparado por revendedores, quienes lo comercializan entre Bs 12 y Bs 15 el litro. Esta situación, aseguran, hace insostenible la producción.
El presidente de la Asociación de Ingenios Arroceros del Norte (Ingenor), Jimmy Prado, alertó que el déficit de combustible encarece los costos de producción y afecta la preparación de tierras para la campaña agrícola del próximo año. Por ello, anunció que el sector convocó a una reunión nacional de productores este viernes para evaluar el impacto y definir nuevas medidas de presión.
Mientras tanto, en el norte cruceño, productores de arroz y soya de San Juan de Yapacaní levantaron el lunes un bloqueo y la toma de un pozo petrolero tras llegar a un acuerdo con representantes de YPFB y la ANH. El compromiso establece la entrega de 490.000 litros de diésel entre este martes y el 15 de octubre.
“Hoy mismo nos llega una cisterna con 30.000 litros. No es suficiente, pero al menos nos permite seguir trabajando”, declaró el dirigente Daniel Méndez.
El Gobierno nacional aseguró el lunes que se priorizará la dotación de combustible para los sectores productivos, aunque reconoció las dificultades para importar mayores volúmenes debido a la falta de divisas.