China anunció una nueva etapa en el desarrollo de baterías de estado sólido, tras la reciente aplicación de controles de exportación sobre materiales y tecnologías vinculadas a su producción informó South China Morning Post.
Este nuevo salto ampliará el control de Beijing sobre la cadena de suministro global de estos importantes componentes hechos a base de litio, un mineral que se ha convertido en un recurso geopolítico.
Investigadores de la Academia China de Ciencias informaron sobre un avance que eleva la densidad energética de las baterías a 600 vatios-hora por kilogramo, innovación que permitirá ampliar la duración de los dispositivos eléctricos y facilitar la producción china a gran escala en los próximos años.
El Ministerio de Comercio y la Administración General de Aduanas anunciaron que los nuevos controles a las exportaciones entrarán en vigor el 8 de noviembre. Las restricciones abarcan baterías de iones de litio con densidades superiores a 300 Wh/kg, equipos de fabricación y materiales esenciales de cátodo y ánodo. Las disposiciones complementan otras regulaciones aplicadas recientemente sobre tierras raras y diamantes sintéticos.
Aplicaciones militares
Fuentes vinculadas al sector tecnológico indicaron que las baterías de alta densidad energética tienen creciente relevancia en aplicaciones militares, como drones, submarinos y sistemas de defensa autónomos.
Además, son esenciales para almacenar energía limpia, permiten que la electricidad generada por fuentes renovables —como el sol o el viento— pueda guardarse y usarse cuando no hay producción. Sin esta capacidad de almacenamiento, la transición hacia sistemas eléctricos sostenibles sería inviable.
Son vitales para la fabricación de teléfonos, computadoras, drones, satélites y sistemas de comunicación y equipos militares. Las nuevas disposiciones se suman a las políticas que buscan fortalecer la autosuficiencia tecnológica de China en medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos EE.UU. y otros países industrializados.



















