EE.UU. y ocho países anuncian apoyo a Rodrigo Paz y a la estabilización económica de Bolivia

El Gobierno de Estados Unidos y ocho países aliados emitieron este martes un comunicado conjunto en el que expresan su compromiso de trabajar con el presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, y apoyar los esfuerzos de su futura administración para estabilizar la economía nacional.

El documento, difundido por el Departamento de Estado de EE.UU., fue firmado por Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago, y Estados Unidos.

Los nueve gobiernos felicitaron a Rodrigo Paz por su victoria electoral y destacaron el compromiso del pueblo boliviano con la democracia, reflejado —afirman— en una jornada electoral participativa y pacífica.

“El 19 de octubre, el pueblo boliviano hizo escuchar su voz de manera decisiva”, señala la declaración, resaltando que el resultado marca “un alejamiento de la mala gestión económica de las últimas dos décadas”.

El comunicado subraya que los países signatarios están listos para colaborar con la nueva administración en la apertura de Bolivia al mundo y en la consolidación de un modelo económico basado en el crecimiento sostenible y la integración regional.

Asimismo, expresan su disposición para apoyar al nuevo Gobierno boliviano en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, el impulso al comercio y la inversión internacional, y el restablecimiento de la confianza con los mercados globales.

“Estamos comprometidos a trabajar de manera estrecha con el presidente electo Rodrigo Paz Pereira para avanzar en los objetivos compartidos de seguridad regional, prosperidad económica y crecimiento que beneficien a todas nuestras naciones”, añade el texto.

Los gobiernos firmantes también destacaron la importancia del liderazgo de Bolivia en la búsqueda de soluciones a los desafíos regionales y globales, invitando al país a asumir un rol más activo en los espacios multilaterales.

Rodrigo Paz, en sus primeras declaraciones tras las elecciones, ya había manifestado su intención de restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y promover alianzas estratégicas con “naciones amigas” para garantizar el abastecimiento de combustibles.

La declaración conjunta fue interpretada como una señal de respaldo político y económico hacia la próxima gestión, que enfrentará el reto de recuperar la estabilidad fiscal y reconstruir la credibilidad internacional del país.

Diversos analistas consideran que este apoyo podría traducirse en cooperación técnica, apertura de mercados y programas de inversión, siempre que Bolivia mantenga un rumbo institucional democrático y transparente.

Con este gesto diplomático, Washington y sus aliados envían un mensaje claro: existe disposición internacional para acompañar un nuevo ciclo de gobernabilidad y crecimiento en Bolivia, basado en la apertura, la confianza y el diálogo.

SourceEl Día

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