El transporte sindicalizado de Cochabamba se declaró este jueves en estado de movilización, luego de denunciar que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) redujo en 50% la dotación de combustible a las estaciones de servicio del departamento.
“Ha hecho que a Cochabamba se les recorte 500 metros cúbicos. Ustedes saben que el cupo correspondiente a Cochabamba es de 1.000 y hace días que han recortado la mitad, al 50%”, denunció José Orellana, secretario del transporte federado, en declaraciones a los medios locales.
Según el dirigente, la reducción equivale a 500.000 litros diarios menos de diésel y gasolina, lo que ya provocó largas filas en las estaciones de servicio y afectaciones a la operatividad del transporte público y de carga.
“El fin de semana tampoco se ha entregado combustible a los surtidores y hoy el resultado, lo que vemos en las calles, son dobles y triples filas, realmente un caos en todos los surtidores de Cochabamba”, afirmó Orellana.
Combustible
El sector anunció que participará en un ampliado nacional convocado para el viernes, donde se definirá una estrategia conjunta de presión, que podría incluir bloqueos o suspensión de servicios si no se normaliza el suministro.
“El estado de movilización significa que cuando se convoque al ampliado nacional vayamos con esa postura de movilización sin descartar ninguna medida”, advirtió el dirigente.
Los transportistas acusaron al Gobierno saliente de “pretender generar caos antes del cambio de mando”, previsto para el próximo 8 de noviembre, y exigieron transparencia sobre las causas del recorte.
Mientras tanto, en Cochabamba la escasez de carburantes se agudiza y el malestar crece entre transportistas y usuarios, que deben esperar horas para acceder al suministro en los surtidores.
Por su parte, el gobierno del Partido Demócrata Cristiano (PDC) reiteró que el combustible estará garantizado desde el primer día de su gestión. Sin embargo, hasta entonces, son las autoridades salientes las que deben ocuparse del suministro de carburantes.
 
		