En Villa Montes, denuncian que el alcalde, Rubén Vaca, quiere desviar una quebrada para evitar que atraviese la urbanización Tacuatindy, que presuntamente es de propiedad de su esposa.
Según medios locales, la autoridad edil señaló que apelará el tema ante instancias judiciales, para evitar seguir “mediatizando el conflicto”.
El abogado, Marcos Padilla, presentó copias de documentos que confirmarían la propiedad de los terrenos en cuestión. Se trata del proyecto de canalización de la quebrada Peña Colorada, con un costo superior a los 14 millones de bolivianos, cuya entrega estaba prevista para el 18 de octubre. Sin embargo, las obras están paralizadas debido al conflicto con los propietarios de terrenos colindantes, entre ellos la familia Paz Valverde, a los que Padilla representa.
Este grupo familiar se opuso al avance del proyecto al constatar que el desvío del cauce natural los afectaba. Pero el conflicto escaló cuando se conoció que el trazado original de la quebrada, que se pretende desviar, atravesaba terrenos identificados como propiedad de la señora E.R.T. de Vaca, esposa del alcalde de Villa Montes.
“La quebrada está vendida, está loteada. Y quienes compraron son funcionarios de la Alcaldía; quienes están pagando mediante descuentos por planilla”, denunció el abogado Padilla, a tiempo de afirmar que el desvío de ese cauce natural afecta a terceros, en este caso a la familia Paz.
Agregó que este conflicto ha generado nueve procesos, entre penales y civiles, en contra de los Paz Valverde, los cuales fueron superados con fallos favorables. No obstante, recientemente se habrían iniciado nuevos casos.
“El Alcalde arremete de forma permanente contra la familia Paz. Pretende nuevamente iniciar procesos civiles y penales, pese a haber perdido nueve. Le pedimos que deponga todos esos procesos”, declaró Padilla.
Licencia ambiental cuestionada
Otra de las observaciones es la licencia ambiental obtenida del Viceministerio de Medio Ambiente.
“Consiguieron una licencia ambiental de categoría tres, mintiendo al Viceministerio (de medioambiente). Es una categoría de baja relevancia que supone que el impacto ambiental sería mínimo o reversible. Pero rellenar una quebrada no es algo que se repare en uno o dos años, es algo permanente”, sostuvo Padilla, mostrando documentos que respaldan su declaración.
La postura del alcalde
Por su parte, el alcalde Rubén Vaca no negó que su esposa sea propietaria de los terrenos por donde pasa la quebrada ni que el desvío del cauce pudiera beneficiarla. Sin embargo, criticó que el tema se trate públicamente.
“El abogado debería hacer su show donde corresponde y no en los medios. No nos dejan avanzar con el proyecto. Vamos a recurrir a las instancias correspondientes; queremos salir de lo mediático”, expresó.
Vaca justificó que canalizar la quebrada por su curso natural duplicaría el costo del proyecto y obligaría al municipio a pagar justiprecio por expropiación.
“Vamos a demostrar con hechos que están equivocados. Hacer el canal por el curso natural significaba el doble del costo y, además, pagarle al privado por expropiación. Por donde queremos hacerlo ahora, cuesta la mitad y no hay que pagar nada”, aseguró.
Actualmente, el curso natural de la quebrada está siendo rellenado con material del lugar, algo cuestionado por técnicos externos, que alertan que las aguas podrían retomar su cauce original y causar daños mayores a los vivientes de la zona.








