Tarija: Pacientes piden arancel cero para medicamentos oncológicos

Pese a la caída del precio del dólar, los medicamentos oncológicos continúan siendo inalcanzables para los pacientes en Bolivia. En Tarija, quienes enfrentan un diagnóstico de cáncer aseguran que el alivio prometido nunca llegó a las farmacias ni a los hospitales, y por ello vuelven a poner la mirada en el Gobierno Nacional, al que exigen establecer arancel cero para la importación de medicamentos oncológicos, como una medida urgente para abaratar costos y garantizar tratamientos continuos.

El reclamo no es nuevo, pero se agudiza en un contexto donde el discurso oficial habla de gratuidad a través del Sistema Único de Salud (SUS), mientras la realidad cotidiana de los pacientes refleja escasez, altos precios y tratamientos interrumpidos.

Tratar el cáncer: un lujo imposible

La representante de los pacientes oncológicos de Tarija, Judith Riquelme, advierte que enfrentar el cáncer sigue siendo una carga económica insostenible para la mayoría de las familias. Explica que los costos varían según el tipo de cáncer y el tratamiento, pero que incluso en el escenario más básico, una quimioterapia puede costar al menos 2.000 dólares, cifra completamente fuera del alcance de quienes dependen de ingresos mínimos o viven en provincias.

Si bien reconoce que en Tarija existe apoyo a través de la Ley Departamental de Lucha contra el Cáncer, financiada por la Gobernación, aclara que estos recursos son insuficientes frente a la magnitud del problema.

“En este último tiempo estamos carentes del apoyo nacional por el tema de los medicamentos. Dicen que hay, pero la realidad es otra. Pueden decir que todo es gratuito con el SUS, pero no es así, porque los pacientes oncológicos tienen que comprarse hasta las jeringas para las quimioterapias”, denunció.

Escasez y precios que no bajan

Uno de los reclamos más recurrentes tiene que ver con la falta de medicamentos esenciales, tanto para el tratamiento oncológico como para los estudios previos de diagnóstico. Riquelme mencionó el caso del contraste, un insumo básico para tomografías y resonancias, que no solo es escaso, sino excesivamente caro.

“Un señor de Yunchará nos pidió ayuda para conseguir contraste para su hija. Necesita dos y cada uno cuesta 900 bolivianos. Imagínese, una persona que ni siquiera tiene diagnóstico de cáncer todavía, necesita ese medicamento solo para hacerse el estudio”, relató.

Para los pacientes, esta situación evidencia una contradicción, el dólar ha bajado, pero los precios de los medicamentos no. Desde su perspectiva, la única explicación es que no existe un control sobre la cadena de importación y comercialización.

Por ello, consideran que la aplicación de arancel cero a la importación de medicamentos oncológicos podría generar una reducción real de costos, siempre que vaya acompañada de fiscalización.

“El SUS dice atención gratuita, especialmente para el tema oncológico. Los pacientes con cáncer deberían tener un tratamiento totalmente gratuito, así lo establece la ley nacional. Entonces el Gobierno tiene que hacer ajustes para garantizar los medicamentos”, sostuvo.

Tratamientos interrumpidos

La falta de recursos y el alto costo de los medicamentos no solo generan angustia, sino que tienen consecuencias en la supervivencia de los pacientes. Riquelme reveló que actualmente hay casos de personas que deben interrumpir su quimioterapia por no contar con el dinero necesario.

“Tenemos el caso de un señor que necesita 40.000 bolivianos para continuar su tratamiento. No los tiene y se ha visto obligado a parar. Estos tratamientos no pueden tener pausas, deben ser continuos. Muchos los dejan y por eso es que hay gente que fallece”, lamentó.

Precios que nadie acepta

Desde la organización Lazos Solidarios, que acompaña a pacientes oncológicos, señalan que el desabastecimiento se repite de manera cíclica. Aseguran que han presionado tanto al Gobierno como a la Gobernación para obtener explicaciones, pero la respuesta suele ser la misma, problemas en las licitaciones.

Según relataron, el nivel central del Estado, a través de la Liname, fija precios referenciales para la compra de medicamentos, pero estos no resultan atractivos para los proveedores, por lo que muchas licitaciones quedan desiertas.

Gestiones a través del legislativo

La problemática también ha llegado al ámbito legislativo. La senadora por Tarija, Marcela Guerrero, confirmó que el tema fue planteado ante el Gobierno Nacional, tanto en lo referido al arancel cero como a la provisión oportuna de medicamentos.

“Hemos hecho la representación. Este nuevo Gobierno está retomando el tema de salud. Sobre los aranceles impositivos nos han informado que se está trabajando en una propuesta y que el crédito aprobado recientemente en la Asamblea Legislativa Plurinacional podría ayudar a paliar el costo de los medicamentos”, explicó.

Guerrero añadió que el Gobierno también evalúa garantizar el suministro mediante convenios internacionales, aprovechando relaciones con otros países para acceder a medicamentos a menor costo.

No obstante, reconoció que el problema de fondo persiste mientras no se estabilice completamente el dólar y no se frene la especulación.

Servicio colapsado

Recientemente el director del Sedes, Nils Casson, dejó entrever que al margen de las dificultades para los medicamentos oncológicos, ahora se sumó otro problema, el colapso del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD) y de los demás establecimientos que brindan servicios a pacientes con cáncer.

“Lamentablemente ya está colapsado”, afirmó Casson, al explicar que, especialmente en horarios nocturnos, los pacientes deben retirarse del hospital para continuar sus tratamientos en sus casas. La situación no tiene precedentes en el sistema de salud. “Eso no pasa en ninguna parte del mundo”, expresó, reflejando su preocupación por la falta de una respuesta oportuna del Ministerio de Salud.

SourceEl País

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