El retiro de la subvención al combustible permitirá ahorrar cerca de $us 2.000 millones del déficit fiscal de $us 5.000 millones generado por un Estado “obeso, corrupto y con privilegios” que ahora debe reducir sus gastos para llegar a un equilibrio con los ingresos. Son las palabras del analista financiero y exprecandidato a la presidencia Jaime Dunn, para quien el problema del país sigue siendo el “exceso de gasto” de los fondos públicos.
“Es bien importante tomar en cuenta que el exceso de gasto respecto a los ingresos crea un hueco de más o menos $us 5.000 millones, entonces debemos llegar al equilibrio fiscal, es decir, equilibrar las finanzas públicas y que nuestros ingresos igualen nuestros egresos”, explicó Dunn en Correo del Sur Radio.
Eso significa que con el fin de la subvención, el país resolvió “parte del problema”, pues dejará de gastar $us 2.000 millones en la compra de combustible, pero no es suficiente.
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“Si el hueco es de 5.000 millones, faltan 3.000 millones. Eso nos demuestra que todavía hay mucho camino por recorrer y la pregunta es qué otros gastos se van a reducir y quién debe asumir ese golpe”, sostuvo.
Es el Estado boliviano el que ahora debe ajustar sus gastos, respondió.
“Este Estado obeso, este Estado corrupto, este Estado que permanece todavía con los remantes de 20 años de ineficiencia, debe asumir los costos principalmente reduciendo su tamaño, sus privilegios, porque si eso no se hace no solo que no hemos resuelto el problema, sino que esos 3.000 millones que faltan van a generar presión inflacionaria y eso lo paga la gente”, advirtió el analista.
Dunn sostiene que estas medidas de austeridad deben aplicarse de forma transversal en el Ejecutivo, otros órganos del Estado, gobernaciones, alcaldías y todo lo que implique el aparato público.
Para que la reforma sea efectiva, el analista señaló que el Gobierno debe establecer un “cómo y cuándo” mediante metas claras y cronogramas. Entre sus principales recomendaciones destacan el recorte del gasto improductivo con la eliminación de planillas duplicadas y cargos políticos innecesarios, la austeridad comunicacional con reducción drástica de la publicidad estatal y el cierre de empresas deficitarias por medio de una revisión inmediata de entidades públicas que “desangran al Estado”.
OTROS CRITERIOS
En criterio del analista en Hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, el Gobierno debe dar “señales más claras” sobre la austeridad del Estado. “Si bien el decreto menciona que se van a ajustar los salarios de los funcionarios públicos y que en otros casos quedan congelados, creo que es importante que el Gobierno dé otro tipo de señales más claras para la población en términos de cierre de empresas deficitarias”, remarcó.
El economista Napoleón Pacheco dijo que en las medidas anunciadas no ve una “medida concreta que establezca una disminución de los gastos del Estado”. También en Correo del Sur Radio, sugirió cerrar “ministerios y viceministerios innecesarios y empresas públicas”, así como un recorte salarial del Presidente y los demás funcionarios públicos “como señal de que los gobernantes también están compartiendo los sacrificios que enfrenta la población”.
EN LA MIRA
Dunn subrayó la importancia de un “sinceramiento” integral del esquema de subvenciones. Esto incluye revisar los subsidios a los alimentos y servicios básicos, los cuales representan una carga significativa para las arcas nacionales.



















