Conflictividad social bajó en 2019 y 2020 pese a lío político

¿Fue 2019 el año más conflictivo de Bolivia? ¿Lo fue acaso el 2020, año de la pandemia, con el Gobierno de Transición? Los datos de la Policía Nacional indican que no. Más bien tanto 2019 como 2020 son dos años relativamente tranquilos en lo que se refiere a disturbios sociales en los que las fuerzas del orden tuvieron que participar.

Desde el año 2007 la Policía Boliviana lleva un registro de la cantidad de “disturbios sociales” que se gestionan en el país y en cada departamento. Concretamente mide “manifestaciones y marchas”, “huelgas y paros”, “bloqueos y tumultos” y “avasallamientos”, sin duda cuatro disciplinas muy trabajadas en Bolivia y que ha tenido algunas épocas de mucho fragor.

El año más conflictivo desde 2007 es el 2016 con un total de 7.060 eventos (4.432 marchas, 1.216 paros y 1.238), de los que la mayoría se registraron en el departamento de La Paz con un total de 5.264 eventos. En Tarija, sin embargo, el año fue relativamente tranquilo con 168 eventos.

El segundo año más conflictivo fue el mismo 2007 con 6.957 eventos (4.325 marchas, 1.206 paros y 1.426 bloqueos) mientras que el tercero más conflictivo fue el 2013 con 6.310 (3.872 marchas, 842 paros, 1.478 bloqueos y 118 avasallamientos).

Desde el punto de vista sociológico, la conflictividad social se relaciona normalmente con eventos de crisis política o económica. En ese sentido, 2016 fue el primer año tras la caída sustancial de los ingresos por hidrocarburos que afectó a proyectos de diferente índole y que motivó protesta social. Igualmente, el 2007, en el inicio del Gobierno del MAS, desde las regiones se articularon diferentes movilizaciones de resistencia y por la lucha autonómica que tuvo su reflejo en la conflictividad social. Lo de 2013 se atribuye, sin embargo, al eventual fin de ciclo legislativo – hubo elecciones en 2014 -, ente el cual diferentes sectores se movilizaron para asegurar sus objetivos.

En 2019 la conflictividad social apenas llegó a la mitad que, en esos años, pues sumaron un total de 3.307 eventos (2.140 marchas, 425 paros, 765 bloqueos y 99 avasallamientos), si bien la contundencia fue superior – desembocaron en la renuncia de Evo Morales – e incluso se registraron decesos, como en Senkata y Sacaba.

En 2020, año del gobierno de Jeanine Áñez, se registraron 2.804 movilizaciones (1.217 marchas, 812 paros, 765 bloqueos y 10 avasallamientos) convirtiéndolo en el año menos conflictivo de la serie, por debajo de 2010 cuando se gestionaron 2.988 conflictos de ese tipo. En este caso, la bajada de la conflictividad se atribuye directamente al efecto de la pandemia del Covid que, a pesar de generar malestar y descontento, no permitió la exteriorización.

Los datos en Tarija

El ciclo de conflictos en Tarija también parece vincularse a las crisis económicas más que a las sociales, si bien los años de la lucha autonómica son los que más eventos registraron. Concretamente, en 2007 se registraron 649 conflictos (302 marchas, 212 paros y 135 bloqueos) y en 2008 518 (226 marchas, 208 paros y 84 bloqueos), una cantidad solo superada por lo registrado en 2011 con 652 eventos (378 marchas, 95 paros y 179 bloqueos).

Cabe recordar que en diciembre de 2010 fue suspendido el gobernador electo, Mario Cossío, y asumió su lugar Lino Condori, por el Movimiento Al Socialismo. A este cambio de gobernador y de partido se atribuye la conflictividad de ese año, que posteriormente se fue acomodando hasta llegar al mínimo de 140 eventos conflictivos en 2015, cuando Lino Condori abandonó la Gobernación y la asumió Adrián Oliva.

Durante la gestión de Oliva (2015 – 2021), el año más conflictivo tampoco fue el 2019 pese a que en Tarija sí se sostuvo la movilización contra Evo Morales y se registraron 257 disturbios (106 marchas, 89 paros, 61 bloqueos y 1 avasallamiento), sino el 2017 con 326 disturbios (219 marchas, 53 paros y 54 bloqueos). 2017 fue también el primer año de la gran depresión en Tarija tras la caída de los precios de los hidrocarburos entre octubre de 2014 y enero de 2016.

En comparación con los promedios anuales desde 2007 de otros departamentos, Tarija es el cuarto departamento más conflictivo con 348 disturbios al año, por detrás de La Paz que suma 2.043, Cochabamba con 632 y Potosí 475, pero por encima de departamentos como Santa Cruz, Chuquisaca u Oruro.

La Policía advierte que medidas son excesivas

Más allá del número de conflictos que se registran y su naturaleza, la Policía Boliviana advierte de que en los últimos meses se ha subido el nivel de crispación y también la crudeza de las medidas adoptadas, que no son proporcionales.

El mejor ejemplo es la recurrente medida de bloquear la Ruta 9 o el Puente Internacional en el Chaco para exigir asuntos como el bono escolar o la habilitación de determinadas medidas. Se trata de una ruta de tráfico internacional vital en el comercio entre Santa Cruz y Argentina, y sin embargo, es bloqueada por asuntos domésticos.

Por otro lado, señalan que las medidas de las marchas se infravaloran al ser convocadas en horario laboral, y por eso rápidamente se pide paro o bloqueo.

SourceEl País

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