La factura de energía de Argentina en el invierno de 2022 dependerá de cómo se desenvuelvan factores nacionales e internacionales.
El país suele importar gas natural licuado de alto costo en los meses más fríos para ayudar a cubrir la demanda local, que también se satisface parcialmente con compras anuales de gas natural desde Bolivia.
En el centro urbano de Buenos Aires, las temperaturas promedio son más bajas en junio, julio y agosto.
El déficit comercial energético de Argentina se estima en torno a los US$1.600 millones en 2021. Uno de los factores más preponderantes ha sido la sequía, que afectó la producción hidroeléctrica y elevó la demanda de gas y combustibles líquidos para abastecer a las centrales termoeléctricas.
PRODUCCIÓN
La producción local de gas también ha tardado en recuperarse, después de hundirse en medio del impacto de la pandemia en 2020.
Los productores de gas de esquisto de la cuenca Neuquén han incrementado el volumen y alcanzado un promedio invernal de entre 88 millones y 89 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), cercano al récord de 91M-92Mm3/d del invierno de 2019.
Para aumentar la producción nacional, que promedió 133Mm3/d en septiembre, y contribuir a sustituir las importaciones hasta 2024, el gobierno lanzó una tercera ronda de su programa de incentivos Plan Gas. Las autoridades pretenden contratar hasta 5,5Mm3/d con productores de tres de las cinco cuencas gasíferas del país: Neuquén, Austral y Noroeste.
Si bien la capacidad de despacho de gas en la formación de esquisto neuquina Vaca Muerta está casi al límite, la producción de esta joya de la corona aún podría incrementarse, según información que recabó BNamericas.
“Todavía queda un margen de 3-4Mm3/d para mover desde Neuquén a las zonas de mayor consumo con el sistema, tal como está ahora”, señala Luciano Codeseira, director de Gas Energy Latin America para Argentina y presidente ejecutivo de la consultora de investigación Ceibo Growth Strategies.
Agregó que, de lograrse el despacho de 1-2Mm3/d desde el sur, donde está la cuenca Austral, se podría compensar la disminución del volumen de esta parte del país derivada de la moderada inversión en exploración y producción.
Según el regulador local de gas, Enargás, este año las importaciones argentinas de gas se dispararon a 53,4Mm3/d el 18 de julio. Las importaciones de gas boliviano alcanzaron 18,2Mm3/d, la terminal de importación de GNL de Bahía Blanca recibió 15,6Mm3/d, y la terminal importadora de Escobar, 19,6Mm3/d.
Las importaciones de gas promediaron 23,46Mm3/d el año pasado, frente a los 18,7Mm3/d de 2019.
Codeseira puntualizó que, si hay mejores condiciones hidrológicas el próximo año, se reduciría la presión sobre las centrales termoeléctricas y potencialmente se podrían liberar 4M-5Mm3/d de gas, lo que evitará tener que emplear alrededor de 200.000t de combustible residual y 100.000m3 de diésel.
GNL
En cuanto a GNL, los precios en los mercados internacionales se han disparado, lo que beneficia a los exportadores internacionales. Los productores argentinos que operan en el marco del Plan Gas venden a precios fijos, actualmente más bajos: alrededor de US$3,60 por millón de BTU (MBTU) en comparación con los máximos del mercado spot, de más de US$50/MBTU observados recientemente en Asia.
Codeseira se muestra cautelosamente optimista de que el escenario externo mejorará para Argentina.
“Respecto a los precios, tampoco imagino precios iguales o más altos que los actuales”, indicó Codeseira. “Obviamente muchos de los cargamentos de GNL que llegaron se habían subastado antes de la crisis de altos precios, pero no creo que perduren hasta nuestro invierno 2022”.
Para estimular el crecimiento del sector, el gobierno quiere construir, bajo el modelo de obra pública, un gran gasoducto entre Vaca Muerta y el área de Buenos Aires. Las autoridades asignaron fondos del presupuesto y se han comprometido en conversaciones con posibles patrocinadores chinos.
PANORAMA
Daniel Gerold, fundador y director de G&G Energy Consultants, advierte que existe riesgo de que Argentina enfrente un déficit energético mucho mayor el próximo año y plantea que este podría llegar a US$4.500 millones debido a las mayores importaciones.
Gerold indicó que Neuquén, debido a las restricciones de transporte, no pudo contrarrestar el menor aporte de otras cuencas y la baja esperada en las importaciones desde Bolivia, cuya propia producción está disminuyendo. También mencionó el aumento de los precios internacionales del gas.
Para comprar gas, Argentina necesita aprovechar sus ya escasas reservas de divisas.
“Esa es una situación importante, porque además [las importaciones] se concentran en el invierno”, señaló Gerold durante un webinar organizado por la cámara local de hidrocarburos IAPG.
“Este invierno se importaron US$800 millones cada mes y el presidente del Banco Central estaba muy preocupado por esto, porque imaginaba que iba a ser menos. Creo que fácilmente podría duplicarse el año que viene».
Codeseira tiene una perspectiva más optimista, basada en los supuestos de que 2022 presentará temperaturas promedio, el gobierno llegará a un acuerdo con el FMI por sus obligaciones de deuda, se logrará cierta estabilidad política y avanzará la tercera ronda del Plan Gas.