Este año, Bolivia apunta a producir 600 mil toneladas de urea, es decir, casi el doble de lo que hasta ahora se ha conseguido por año desde la puesta en operación de la planta de Bulo Bulo, en Cochabamba.
La Planta de Amoniaco y Urea (PAU), que le costó al Estado 860 millones de dólares, estuvo paralizada entre noviembre de 2019 y septiembre de 2021, por falta de insumos, riesgo de toma de la planta (durante la crisis política) y la pandemia del covid-19.
“El 6 de septiembre de 2021 se reactiva la planta y hasta la fecha hemos generado casi 60 millones de dólares por la venta de urea al mercado de Brasil”, indicó el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, durante su reciente visita a Sucre para la presentación del programa “Sembrando con Urea”.
Después de suspender operaciones durante 22 meses, la planta ingresó nuevamente en operación al 80% de su capacidad, produciendo un promedio diario de 1.650 toneladas.
Jiménez detalló que la planta significó para el Estado una inversión de 860 millones de dólares.
Pero su paralización generó un daño económico de 431 millones de dólares, es decir, más de la mitad de lo que ha costado su implementación.
“Han dañado equipos como la turbina que es el corazón de la planta. Todo esto ha costado casi $us 431 millones de daño económico”, remarcó.
Añadió que el costo estimado de la reactivación de la planta ascendió a 52 millones de dólares.
En tanto que la estimación de pérdidas por paralización fue de 375 millones de dólares. “Esto quiere decir que los mercados se han perdido, los países han dejado de confiar en el Gobierno porque los contratos no eran serios”, sostuvo el Director Ejecutivo de la ANH.
La urea tiene nitrógeno, que es un nutriente que ayuda en la parte vegetativa del crecimiento de las plantas, en los cultivos de soja, maíz, arroz, papa, girasol, trigo y caña de azúcar, entre otros, e incrementa hasta cuatro veces los rendimientos.
“Por ejemplo, si quiero sembrar papa en una hectárea sin urea voy a sacar 5 toneladas de papa, pero con urea voy a sacar 10,11 toneladas”, destacó Jiménez.
El funcionario recordó que la PAU entró en operación en 2017, y que fue construida desde el año 2012.
Está ubicada en la localidad de Bulo Bulo del departamento de Cochabamba
La Planta de Amoniaco y Urea tiene una alimentación de 50 millones de pies cúbicos por día (MMpcd) de gas natural, prove niente del gasoducto Carrasco-Yapacani (GCY), de los cuales 32 MMpcd son utilizados como gas de proceso y 18 MMpcd son usados como gas combustible, produciendo 2.100 toneladas métricas por día (TMD) de Amoniaco y 1200 TMD de Urea.
La PAU de Bolivia es una de las de mayor capacidad en Sudamérica, donde funcionan siete complejos petroquímicos que producen fertilizantes.
Según la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, esta instalación es una obra tecnológica de altísimo nivel, muy especializada y se encuentra entre las más modernas del mundo, donde no existen ni 500 factorías de su tipo.
PRODUCCIÓN
Para este 2022, YPFB prevé producir 600 mil toneladas de urea; de ese volumen, unas 46.000 toneladas estarán destinadas a cubrir la demanda del mercado interno, es decir alrededor del 8%.
Las restantes 554 mil toneladas se venderán en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Perú, según la firma estatal.
Jiménez dijo que solo para atender la demanda interna se requiere tres semanas de producción de la planta.
Ahora con el fin de consolidar la era de la Petroquímica como apoyo a la línea de Gobierno, la Agencia Nacional de Hidrocarburos socializa el programa “Sembrando con Urea”, para también promover y educar sobre el uso de este fertilizante y fortalecer la producción agrícola del país.
PRECIOS
El precio de exportación de la tonelada de urea está en $us 850; en cambio, el precio para el mercado interno es de $us 515 dólares.
Un programa que abarca desde una calculadora de la urea hasta un concurso escolar
Bolivia proyecta una demanda anual de 46.000 toneladas métricas de Urea CO(NH2)2 para sembrar y cosechar productos oleaginosos como soya, caña de azúcar, algodón, arroz, papa, maíz, trigo, quinua y algodón.
En este sentido, el programa “Sembrando con Urea”, consiste en promover, a través de la socialización el uso, aplicación y beneficios del fertilizante a productores agrícolas, autoridades locales, universitarios y estudiantes.
“Buscamos tener un crecimiento con el mercado interno y generar recursos para el país, sustituir la importación de fertilizantes, fomentar la investigación con las universidades y contribuir a la soberanía alimentaria en el Estado boliviano”, dijo el director ejecutivo de la ANH, Germán Jiménez durante su reciente presentación en Sucre.
Para este fin, la ANH elaboró una aplicación denominada “La Calculadora de la Urea”; misma que brinda datos e información de referencia ilustrada sobre la cantidad de uso requerida del fertilizante por tipo de cultivo y su costo de acuerdo a cada región.
Esta aplicación está disponible en la página web de la institución (www.anh.gob.bo); además incluye información sobre: precios de la urea, puntos de venta en el país, datos referenciales de la planta y un canal YouTube con información audiovisual.
De forma paralela, se publica el Manual de Uso de la Urea desarrollado con la Universidad Siglo XX, en el marco del acuerdo de intención suscrito con la ANH; este documento cuenta con los procedimientos que se requieren para la utilización del fertilizante, tipo de cultivo, tiempo de cosecha y otros.
Asimismo, en el marco del programa Eurekarburos de la institución reguladora se lanzó el concurso “Lucho con Urea”, dirigido a estudiantes de 6to de secundaria para que después de su capacitación, elaboren proyectos di-dácticos destacando el uso de la urea.
Los tres primeros lugares serán premiados con un viaje de promoción, con el fin de realizar un recorrido guiado por personal especializado y conocer la Planta de Amoniaco y Urea. Además, recibirán vestimentas industriales y certificados por la capacitación recibida.
La inscripción a la convocatoria estará vigente desde el 1 de marzo hasta el 15 de mayo de este año.