Al norte del territorio nacional -que involucra a los departamentos de La Paz, Beni y Pando- existen yacimientos de gas y petróleo similares al de Vaca Muerta en la Argentina, reveló el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen durante una exposición que hizo sobre el plan de exploración de nuevos reservorios durante la Rendición Pública de Cuentas Final 2021.
“No solo vamos a explorar el Sub Andino Sur, sino también vamos a ir a trabajar en el norte del país donde consideramos que podemos tener un reservorio del estilo Vaca Muerta en la Argentina” afirmó el CEO de la estatal petrolera.
Vaca Muerta es la principal formación de hidrocarburos no convencionales de Argentina.
Situada en la cuenca neuquina, fue originalmente descubierta en 1927, pero recién en 2011 fue confirmado su gran potencial. Ocupa una superficie de 36.000 km2, algo menor al territorio que ocupan Suiza o los Países Bajos.
Información oficial que tiene la Argentina sobre Vaca Muerta, señala también que es un enorme potencial para la obtención de gas (308 TCF- trillones de pies cúbicos de gas) y cuenta con importantísimos recursos de petróleo que alcanzan los 16,2 miles de millones de barriles, según el último informe del EIA 2013, lo que significa multiplicar por diez las actuales reservas que tiene el vecino país.
El problema con Vaca Muerta es que alberga yacimientos no convencionales, es decir, los hidrocarburos solo pueden ser explotados de capas de arcillas y arenas compactas.
Entre ellos se cuenta por ejemplo el shale gas, gas natural de arcillas compactas o de esquisto, alojado en la roca madre, y cuyas características geológicas hacen que la misma presente una muy baja permeabilidad.
En este sentido, el gas alojado en estas formaciones no puede moverse con facilidad dentro de la roca, salvo en períodos muy prolongados de tiempo, lo que ha derivado en el empleo de la técnica de fractura hidráulica del reservorio, a fin de mejorar la permeabilidad y permitir la explotación económica.
Dicha fractura suele realizarse de modo horizontal dados los más altos rendimientos obtenidos en los primeros períodos de explotación.
Sin embargo, fracturar el reservorio implica riesgos para el medioambiente que circunda el yacimiento. Una situación compleja que demanda, además, la inversión de grandes recursos.
Consciente de esta realidad, Dorgathen, tiene planes exploratorios en la zona. En los hechos, anticipó que perforará el Pozo Copoazú “que nos permitirá delimitar la extensión de la roca madre y seguramente abrir una nueva cuenca en Bolivia”, prometió.
Con este fin dijo que el pozo Gomero X1, finalizó la perforación, alcanzando una profundidad final de 1.977 metros, informó la autoridad petrolera.
Sin embargo, el anuncio oficial ya tuvo un pasado nada auspicioso. Entre 2010 y 2019 el gobierno del expresidente, Evo Morales, habló incluso del descubrimiento de nuevas reservas de gas y petróleo en el norte del departamento de La Paz.
Anunciaron entonces la perforación de tres pozos con el objetivo de confirmar la existencia en la zona de un posible reservorio de al menos de 5,9 billones de barriles de petróleo y 15 Trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural.
Mencionaron entonces al pozo Mayaya Centro X1 en la provincia Caranavi, y también Copoazú y otro en Lliquimuni, que serán perforados simultáneamente, indicaron entonces.
Las promesas incluyeron además la construcción de caminos y planchadas para comenzar a perforar el pozo Mayaya Centro X1, que debería llegar a una profundidad de 5.500 metros, con una inversión de 76 millones de dólares.
También señalaron las autoridades entonces que abrieron prospectos para hacer exploración en el río Beni.
Sin embargo, el tiempo mostró resultados. YPFB no halló gas y menos petróleo en el Norte del Departamento de La Paz.
El plan exploratorio que ahora anunció la administración del presidente, Luis Arce, pareciera que forja la misma narrativa.
De hecho, el proyecto forma parte además de otros que llegan a más de 21 prospectos que decidió promover el gobierno para restituir las menguadas reservas de gas y líquidos que castiga al Estado.
“Son varios proyectos que están en ejecución y que durante el año 2022 los vamos a ejecutar, pero además otros, para subir la producción de gas y crudo”, apuntó el ejecutivo.