Economistas prevén un nuevo orden mundial por la crisis y la guerra en Ucrania, y piden que Bolivia tome recaudos

Tres economistas señalaron que el mundo ya no será el mismo por la crisis que tuvo y tiene como protagonista a la pandemia del coronavirus, y ahora por la guerra entre Rusia y Ucrania. Ante ello, señalaron que Bolivia debe tomar los recaudos para políticas inmediatas y mediatas.

Horst Grebe, Pablo Rossell y Armando Ortuño analizaron este jueves el tema denominado Economía, guerra y crisis mundial, en el programa vía streaming Piedra, papel y tinta, de La Razón, conducido por la directora de este medio de comunicación, Claudia Benavente.

Rossell remarcó que el conflicto bélico amplió el desbarajuste económico ocasionado por la pandemia, que no tiene plazo para su fin. “Tras la guerra el mundo ya no va a ser el mismo porque vendrá un nuevo orden mundial”, sostuvo el también columnista de La Razón.

Por su parte, Grebe coincidió en que la coyuntura está marcada por una serie de cambios en el contexto internacional. “Hoy no podemos imaginar que habrá un retorno al mundo que hubo ayer”, y complementó que ante ello hay que ver las nuevas tendencias y escenarios.

El también columnista de La Razón subrayó que inclusive los cambios en los diferentes ámbitos, sobre todo el económico, son mayores a los que devinieron por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. “Hay un desajuste en todos los campos”.

Ortuño indicó que los mensajes de cambio por la guerra son de corto plazo y que apuntan a una nueva cara de las dinámicas económicas del planeta para los siguientes 10 años. “Sin duda, esto traerá el fin de la globalización que fue pensada desde comienzos de siglo”.

Explicó que las reformas vendrán sobre todo en el plano comercial, especialmente en el tema de la estabilidad y el abaratamiento de precios que imperaban, con países que van a pensar más en su soberanía alimentaria, lo que provocará un aumento de los precios de productos.

Asimismo, planteó que la crisis actual y la guerra en Ucrania igualmente provocarán una aceleración en la transición energética, lo que involucrará sacudones en la cotización de los combustibles fósiles. “Se viene un mundo más caro, inflacionario, uno con dificultades para el retorno del crecimiento económico” después de los embates sucedidos por la pandemia.

Ante este escenario, Rossell insistió en que no se puede pensar en “más de lo mismo para conseguir menos de lo mismo”, porque se viene una transición de muchos años. Es por ello que Bolivia debe repensar sus políticas en temas como la importación y la producción interna.

Y señalo que la paz y la estabilidad económica en el país le brindan la posibilidad de llevar a cabo “movimientos de cintura” para aplacar los efectos. Eso sí, remarcó que también es necesaria una estabilidad política para que se acompañe la apuesta hacia el horizonte.

Grebe advirtió que el alza de precios internacionales y el estancamiento del crecimiento son dos señales preocupantes de la coyuntura, por ello demandó una estrategia de largo plazo impulsada por el Gobierno en Bolivia, y que tome en cuenta a todos los sectores económicos.

“Nuestra política económica está sin rumbó”, afirmó el economista, para quien no se debe eliminar del debate de temas clave como el tipo de cambio, aranceles y otras políticas para hacer frente a la crisis. “Tenemos una estabilidad económica mediocre”, sentenció Grebe.

Para Ortuño, también columnista de La Razón, se debe llevar a cabo un buen diagnóstico de los impactos y los riesgos de la guerra en el corto plazo; por ejemplo, uno ya es palpable: la presión en la provisión y el precio de la harina, que ya se nota en los mercados del país.

Mientras que Rossell indicó que son necesarias dos ingenierías, económica y técnica, para lograr los equilibrios necesarios en la economía, en el corto, mediano y largo plazos. “Igual se requiere de una ingeniería política para lograr un equilibrio político”, añadió el economista.

SourceLa Razón

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