CNC: “La informalidad ronda el 80%”

Gustavo Jáuregui Gonzáles, gerente general de la Cámara Nacional de Comercio, estuvo en Sucre para asistir a los actos por el 129 aniversario de la fundación de la Cámara de Industria, Comercio y Turismo de Chuquisaca (Cainco). Habló con CORREO DEL SUR sobre la actual situación del sector productivo y sus perspectivas en el mediano y largo plazo.

CORREO DEL SUR (CS). ¿Se ha notado en el sector empresarial el paulatino retorno a la normalidad?

Gustavo Jáuregui (GJ). Hemos vivido momentos atípicos que nos ha planteado y nos sigue planteando la coyuntura. Hemos tenido ‘shocks’ importantes que tuvieron un efecto directo sobre la economía del país, y eso implica un impacto directo sobre el sector empresarial privado; el primero, la crisis político-social de 2019. A eso se ha sumado la crisis de la pandemia en 2020, y todavía seguimos en una etapa de crisis sanitaria en China, en EEUU y seguramente a mediano plazo en Latinoamérica y en Bolivia. Esto ha generado una profunda crisis económica en el país. No olvidemos que Bolivia ha decrecido un 13%, esto significa que dejamos de producir bienes y servicios por cerca de 4.200 millones de dólares por un efecto de rebote de la economía en 2021 a raíz que no hubo confinamiento, donde tuvimos un crecimiento del 5% del PIB, pero en efectos netos, seguimos con un efecto negativo. Por eso decimos que no estamos en una etapa de crecimiento, sino estamos en una etapa de recuperación de la economía; eso es importante aclarar para que los agentes económicos estén claros al momento de hacer solicitudes como las que se tienen hoy de hacer un pedido de incremento salarial. Estamos en una etapa de recuperación, hemos tenido indicadores favorables en 2021 pero que en efectos netos todavía siguen dando indicadores negativos. Se deberá seguir trabajando en medidas económicas que vayan a coadyuvar al sector empresarial privado, que es el que genera un 70% del PIB. Eso es importante porque la importancia del sector privado a nivel nacional es determinante al momento de hablar de la producción de bienes y servicios. Por otro lado, el sector privado formal de la economía genera más del 80% del empleo formal y digno del país. Es a ese sector al que hay que darle mucho énfasis y nosotros ratificamos que se tiene que trabajar en una agenda público-privada para generar actividades económicas que dinamicen al sector que se traduzca en mayor empleo y mayor contribución al Estado, que también se vio afectado por una falta de dinámica y en el pago de tributos como el pago de aranceles o de impuestos internos.

CS. ¿Cuánto se ha logrado avanzar en la iniciativa de una alianza público-privada?

GJ. Todavía hay un camino muy largo por avanzar para concretar estas asociaciones que nosotros venimos planteando. Pero sí existen antecedentes de alianzas público-privadas que han dado buenos resultados en el país y una de ellas, que está a punto de concluir, es la administración del Registro de Comercio. Hace poco más de 20 años estaba en manos del Estado, cuando se decidió concesionar ese servicio porque tenía indicadores muy negativos. Abrir una empresa en el país tardaba meses y hasta años, no había cobertura. Si uno quería abrir una empresa en Sucre tenía que ir a La Paz, donde estaba todo. Para mejorar se hizo una concesión internacional y se adjudicó a una fundación, la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa), que es una institución formada por las cámaras. Hemos venido administrando por más de 20 años el Registro de Comercio y está a punto de finalizar el contrato que vence el 31 de marzo y a partir del 1 de abril volverá a manos del Estado. Este fue un antecedente positivo. Hoy tenemos trámites de sociedades comerciales en 24 horas, totalmente digitales; tenemos cobertura nacional con oficinas en todas las ciudades capitales, como ciudades intermedias, y adicionalmente algo que beneficia que es un nivel muy alto de transparencia, cosa que no se daba. Ahora que el Estado va asumir nuevamente, esperamos que mantenga los índices de eficiencia, cobertura y transparencia que ha logrado Fundempresa, en bien del usuario y del país. Necesitamos instituciones que coadyuven en la creación de empresas y en aportar más a la formalidad. En Bolivia, tenemos un indicador que ha crecido a raíz de estas crisis desde 2019, cuando observamos un crecimiento de la informalidad. Hasta antes de la crisis de 2019, la informalidad en Bolivia era del 70%, pero a raíz de la pandemia y todo lo que fue la coyuntura, hoy se establece que la informalidad está rondando el 80%, lo cual perjudica porque primero hace competencia desleal y fomenta actividades ilegales, como es el contrabando, además de distorsionar el mercado.

CS. ¿Cuáles son los efectos del contrabando en la economía?

GJ. Por estudios que ha realizado la Cámara Nacional de Comercio, el contrabando está moviendo cerca de 3.600 millones de dólares cada año, lo que significa cerca del 9% del PIB. Es un indicador muy alto y básicamente en sus mayores rubros, como el automotriz, que quieren se legalice con un “perdonazo”; tenemos un alto contrabando de alimentos y bebidas y un contrabando de medicamentos que ha crecido. En estos últimos casos va en contra de la salud pública. La informalidad es un mal que ha crecido desmesuradamente en varios países, principalmente en Bolivia. Debemos generar políticas para atraer la inversión formal.

CS. ¿Cómo ve el tema de la seguridad jurídica? ¿Se puede invertir en Bolivia?

GJ. Es una premisa que nosotros hemos ido sosteniendo en los últimos años; generar mejor clima para las inversiones, básicamente porque existe una sobrerregulación sobre el sector formal, es decir, estamos estrangulando con mucha regulación al sector formal y eso también desincentiva la actividad formal. Ante eso, como Cámara hemos hecho llegar un estudio donde planteamos un nuevo sistema de regulación para el sector firmal de la economía nacional en cuatro ámbitos: Tributario, con incentivos a nuevos emprendimientos, no olvidemos que el Código Tributario tiene 30 años; el ámbito laboral, donde el empleo informal o cuenta propia sea muy grande. Hay que incentivar la actividad formal que promueven uso de fuerza laboral; el ámbito financiero, sabemos que es muy importante tener herramientas para darle sostenibilidad a los emprendimientos. Se debe generar un nuevo concepto sobre el sector productivo acorde a las nuevas realidades como la industria del turismo y los servicios; y por último, el de la regulación sectorial, donde habrá que verificar qué nuevos requerimientos existen. Cada sector en particular tiene sus propias regulaciones. Existe una saturación de regulaciones que desincentivan la actividad empresarial.

CS. ¿En qué situación se encuentra actualmente el comercio exterior?

GJ. Hemos visto, por los resultados de la gestión 2021, que este rubro es la base fundamental para la reactivación económica que se está dando. Hemos cerrado una gestión con una balanza comercial positiva de cerca de 1.500 millones de dólares, es decir, hemos exportado más de lo que hemos importado. Eso le da salud a la economía porque genera divisas y esas se traducen en estabilidad de las reservas internacionales. Sin embargo, la producción de gas ha disminuido; en 2021 cerramos con una exportación promedio de 2.200 millones de dólares a los mercados de Argentina y Brasil, que son nuestros principales compradores pero en contraposición hemos importado otros 2.200 millones de dólares en diésel y gasolina; entonces, en neto estamos casi a la par, lo cual debería ser una preocupación del Gobierno nacional. Deberíamos trabajar juntos en una instancia que se llama Comité de Facilitación del Comercio, donde se analizan medidas para coadyuvar en el mejoramiento de los indicadores que fueron importantes en la gestión 2021.

BALANZA COMERCIAl

“Hemos cerrado una gestión con una balanza comercial positiva de cerca de 1.500 millones de dólares, es decir, hemos exportado más de lo que hemos importado. Eso le da salud a la economía”.

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