Con posiciones divergentes, dos analistas en hidrocarburos coinciden en que, ante la actual situación económica derivada de la invasión rusa a Ucrania, Bolivia debería negociar con Brasil mejores condiciones de pago por la venta del gas, además de aumentar los envíos a Argentina.
Mientras tanto, YPFB no emitió información alguna respecto a este tema ni sobre el avance en la firma de la sexta adenda al contrato de exportación con Argentina.
En 2020, el Gobierno de Jeanine Áñez firmó la octava adenda al contrato de exportación de gas con Brasil, en medio de la pandemia por coronavirus y en condiciones de precios que no son tan óptimas como las que se vive actualmente.
Al respecto, el economista Jaime Balanza señaló que las condiciones establecidas en esta adenda representan un “daño económico” para el país de hasta 100 millones de dólares por año, debido a una “rebaja disfrazada” de los precios de exportación de gas a Brasil.
“Se bajaron los volúmenes de exportación y se cambió el punto de entrega del gas en 570 kilómetros, los cuales debe pagar Bolivia. Esto genera un enorme daño económico al Tesoro General de la Nación, a las gobernaciones, municipios y a todo el sistema universitario”, dijo Balanza.
El analista añadió que YPFB puede anular esta adenda y así contar con más volúmenes para abastecer el mercado argentino. No obstante, dijo que no se debería cerrar del todo el mercado brasileño, el cual podría seguir abierto para envíos esporádicos de los remanentes de gas.
“Los volúmenes que deberíamos enviar a Argentina ahora se encuentran en Brasil, porque fueron despachados a ese mercado, constituyendo el mayor crimen económico contra los intereses del país”, dijo Balanza.
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos aseguró que no se puede anular un contrato con Brasil de forma unilateral, pues éste es el único mercado garantizado para Bolivia durante al menos los próximos 10 años, ya que Argentina no dependerá más del gas boliviano una vez que desarrolle la infraestructura para abastecer el norte de este país con los campos de Vaca Muerta (al suroeste).
Sin embargo, Ríos dijo que sí se puede negociar mejores condiciones en precios con Brasil a través del diálogo, ya que ahora las condiciones en el mercado internacional cambiaron con la guerra en Ucrania. “La fe del Estado está puesta en honrar sus contratos, por lo que no se los puede cortar”, explicó.
A días de suscribir la sexta adenda al contrato con Argentina, YPFB aún no ha informado sobre las condiciones de ésta.
“Una hemorragia financiera”
La importación de combustibles (gasolina y diésel) le costó al país en 2021 alrededor de 2.100 millones de dólares, monto relativamente similar al que obtuvo el país por la exportación de gas.
Sin embargo, si la actual situación continúa (baja de la producción y aumento de la demanda interna de gas y diésel) se espera que en los próximos años se termine importando mucho más de lo que se exporta.
“Estamos sufriendo una hemorragia financiera con la importación de combustibles líquidos. Es importante trabajar para dar solución”, señaló el economista Jaime Balanza, ayer ante los medios de prensa.