Una vez entre en operación la nueva Planta de Producción de Fertilizantes Granulados NPK en Santiváñez, Cochabamba, se proyecta que generará unos $us 40 millones anuales por la comercialización de estos productos en el mercado interno y externo.
El gerente de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Alejandro Gallardo, informó ayer que se prevé que a mediados del próximo año, la nueva planta inicie operaciones y abastezca de fertilizantes al mercado interno y los excedentes a los mercados externos.
“Con la producción que nosotros vamos a tener más los excedentes que vamos a exportar, realmente vamos a poder tener ingresos por más de 40 millones de dólares anuales”, dijo Gallardo.
La EBIH y la constructora Sur Energy SRL firmaron el sábado el contrato para la edificación de la Planta NPK que tendrá una capacidad de 60.000 toneladas año y estará concluida en 11 meses.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó el domingo que el emplazamiento de la Planta de Producción de Fertilizantes Granulados NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) en Cochabamba, demandará Bs 62 millones, los cuales se prevé recuperar en dos años y medio.
Afirmó que la construcción de esta factoría generará 110 fuentes de empleos directos y 2.000 indirectos, lo cual significa, también, la dinamización de la economía.
Gallardo indicó que Bolivia importa alrededor de 24.000 toneladas de fertilizantes NPK. En tanto, el ministro Molina dijo que anualmente se compra ese producto por unos $us 40 millones.
Para el inicio de operaciones de la nueva planta de fertilizantes se requerirá urea, que se produce en el complejo petroquímico de Bulo Bulo, cloruro de potasio, producto que Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) elabora con la extracción de salmueras de los salares y, también, de roca fosfórica que existe en el municipio de Capinota, Cochabamba.