Gobierno mantendrá los precios de los combustibles, pese a que en la región el alza de estos productos supera el 100%

Con el fin de mantener la política de reactivación económica, el Gobierno garantizó la estabilidad de precios de los combustibles en Bolivia en momentos en que los valores del diésel, la gasolina y el gas, entre otros carburantes, sufren aumentos de hasta 100% en los países de la región.

Esto, explicó el Ejecutivo, será posible con la importación de combustibles y con la de petróleo crudo, una medida anunciada en enero de este año.​

“Bolivia es uno de los pocos países del mundo que mantiene estables los precios de la gasolina, del diésel, del gas natural vehicular (GNV) y del gas licuado de petróleo (GLP) que se comercializan en el mercado interno, pese al incremento del precio internacional del petróleo crudo, ocasionado por el conflicto entre Rusia y Ucrania”, informó el Ministerio de Hidrocarburos y Energía en una nota de prensa.

El enfrentamiento bélico en Europa del este elevó el costo de los combustibles, lo que hace que Bolivia importe estos productos a un precio superior al de años anteriores, explicó esa cartera de Estado.

En el caso del diésel, los precios se incrementaron en 54% en Argentina, en 79% en Chile, en 95% en Perú y aproximadamente en 100% en Brasil. La gasolina especial, a su vez, aumentó en 59% en Argentina, en 98% en Perú y en más de 100% en Brasil y Chile.

Según el Ministerio, mantener los precios de los combustibles estables es determinante para controlar la inflación y da certidumbre a los emprendimientos de los sectores públicos y privados, que requieren indispensablemente de los recursos energéticos.

“Un mínimo incremento en el precio de los combustibles desataría la subida de precios del transporte público, de los fertilizantes, de los alimentos y de casi todos los productos y servicios en el país. Posteriormente, aunque los combustibles volvieran a su precio actual de mercado interno, no ocurriría lo mismo con los productos y servicios”, sostuvo Hidrocarburos.

“Por tanto, la subida del costo de los carburantes no solo afectaría a los conductores particulares, al transporte público, al agro o a la industria, sino que tendría impacto directo en el bolsillo de cada ciudadano del país”, agregó.

El Ministerio recordó que el 19 de enero de 2022 el presidente Luis Arce aprobó el Decreto Supremo 4661, que establece la reducción del gravamen arancelario a 0% para la importación de petróleo crudo en función a la necesidad del mercado interno y la capacidad de procesamiento de las refinerías.

“Con esta norma, el Gobierno nacional (…) garantiza el abastecimiento de carburantes para todos los sectores en el país”, remarcó.

La decisión, además de ser cuestionada por analistas por ser insostenible, ha disparado el valor de las importaciones de diésel y gasolina en 2021 y lo que va de 2022.

“Para este año, se había calculado cerca de $us 700 millones para la subvención, considerando un precio internacional de $us 50 el barril, pero el precio internacional del petróleo está en torno a $us 100, lo que hace prever que el presupuesto destinado a la subvención llegue este año a más del doble de lo que se había previsto”, afirmó Raúl Velásquez, especialista en energía e hidrocarburos de la Fundación Jubileo.

“El incremento en los recursos erogados para la subvención de los combustibles no se debe a que el consumo interno se haya disparado o a que haya una menor producción de líquidos en el país (…). Se debe a la subida de precios del petróleo”, sostuvo el Ministerio.

Desde hace más de 15 años, los bolivianos adquieren el litro de gasolina especial a Bs 3,74 y el de diésel a Bs 3,72, en tanto que el metro cúbico de GNV está Bs 1,66, una garrafa con GLP a Bs 22,5 y el gas domiciliario tiene un costo que oscila entre Bs 10 y 12, lo que lo convierte en uno de los más baratos de la región.

SourceEl Deber

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