En el discurso del presidente Alberto Fernández en el Congreso de la Nación, uno de los temas que abordó fue el de la política energética. Es así que trazó como un eje importante la promoción de la producción de gas, aprovechando el shale de Vaca Muerta y al que calificó como combustible de transición. Además, trazó la hoja de ruta de las tarifas de servicios públicos.
«La política es clave para asegurar el desarrollo del país. Tenemos que trabajar para recuperar el autoabastecimiento y generar las condiciones para que todos los argentinos tengan acceso a la energía en forma eficiente», apuntó Fernández, acompañado de su vice Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
«Podemos convertirnos en un exportador de energía a nivel regional y mundial. Nuestros países vecinos son demandantes de energía que nosotros podemos abastecer en forma competitiva», apuntó. «Vaca Muerta es la segunda reserva de gas (no convencional) del mundo, un combustible clave en el marco de la transición energética que los países impulsan para minimizar los efectos del cambio climático», detalló.
En ese tramo de su discurso vinculado a la energía, Fernández destacó a YPF como compañía productora que lidera el desarrollo de los hidrocarburos. La petrolera es controlada por el Estado nacional, luego de la expropiación del 51% de las acciones en 2012. «Vamos a agregar más valor en la cadena y favorecer un mejor balance de divisas», añadió el Jefe de Estado.
El plan de Fernández con las tarifas
Un tema clave para el sector es el futuro de las tarifas de energía eléctrica y gas natural. El Presidente recordó que entre 2016 y 2019 hubo aumentos que golpearon fuertemente los bolsillos de los usuarios. El objetivo que se traza ahora consiste en que haya un equilibrio entre el peso del costo de las tarifas y los salarios. Para esto los entes como ENARGAS y ENRE tiene un rol central, junto a la Secretaría de Energía (que depende del Ministerio de Economía) para la elaboración de una «tarifa de transición».
«Las empresas productoras, transportadoras y distribuidoras obtuvieron cuantiosas ganancias que en muchos casos acabaron en el bolsillo de los accionistas sin que el Estado les exigiera un plan de inversiones para sostener la calidad de los servicios», criticó Fernández. Dijo que el sistema de Revisión Integral de Tarifas de la anterior gestión hubiera implicado que el gas aumentara un 130% en abril de 2021 y la electricidad un 168%.
«Me comprometí en campaña a poner fin a semejante despropósito. Desde el día que llegué y hasta hoy mismo, he ordenado el congelamiento de tarifas. He cumplido mi palabra. Ahora llega el momento de regularizar el sistema tarifario que estuvo congelado todo este tiempo», subrayó. «Mi objetivo final es poder lograr tarifas diferenciales según la capacidad patrimonial de quien recibe el servicio. El propósito último es que los subsidios del Estado amparen a los que lo requieren», añadió.
«Las tarifas deben ser justas, razonables y asequibles, permitir la sustentabilidad productiva y la justicia distributiva. La pesadilla de tener que decidir entre alimentarse o pagar los servicios públicos, la incertidumbre de no saber cuánto ‘iba a venir de luz y gas’ ha llegado a su fin», remarcó.
Como el nuevo cuadro tarifario llevará meses de discusión, hasta establecer una nueva Revisión Tarifaria Integral, Fernández confirmó que es importante marcar un sendero en el precio de las tarifas de electricidad, gas y otros servicios. Y anunció el envío de un proyecto de ley que declare la emergencia en servicios públicos y regulados, analizando seriamente la desdolarización y adecuar la fórmula a una economía en pesos. Justificó el plan en promover, de esta forma, una mejora del poder adquisitivo de las familias y apuntar a una economía de consumo.
«Queremos lograr que los servicios no se vuelvan un problema para los argentinos y argentina, y que se preserve la sustentabilidad macroeconómica que hemos delineado en el presupuesto nacional», manifestó Fernández.