El fiscal Fernando Mejía informó ayer que Eduardo Alfonso Suárez Rodríguez, el extranjero abatido por agentes antidroga en el Parque Noel Kempff Mercado, en Santa Cruz, estaría vinculado a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC). Por su lado, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, descartó la presencia de cárteles del narcotráfico en Bolivia.
“Se vio en un lugar de la maleza escrito (en el piso) un nombre que decía FARC. Son personas que pertenecen a estos grupos”, dijo el fiscal. Informó que los policías que continúan en el lugar donde se produjo el enfrentamiento y donde también falleció el sargento Wálter Huayhua, el 16 de diciembre, encontraron otros símbolos como círculos y triángulos que son utilizados por este grupo ligado al narcotráfico para alertar sobre la presencia policial.
Además, en la zona también se encontraron un celular satelital, la identificación del colombiano, medicamentos, un cuchillo, dos cargadores con munición de alto calibre y un arma M44 (de uso militar). Con esta última se presume que el narco colombiano disparó seis veces contra la humanidad del sargento.
Mejía dijo que en el informe forense se estableció que Suárez perdió la vida con tres disparos de arma de fuego. Hasta ayer, el cuerpo del colombiano, presunto miembro de las FARC, continuaba en la morgue de la Pampa de la Isla en Santa Cruz.
Las FARC son el grupo guerrillero más antiguo de toda Latinoamérica, datan de 1966. En 1982 el grupo adaptó su nombre al de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo. En 2016 -tras una larga negociación- firmaron el Acuerdo de Paz, en 2017 se abrieron a la política y en 2021 fueron retiradas de la lista de grupos terroristas. En Bolivia, en las jornadas de noviembre de 2019, la Policía identificó a un miembro de este grupo irregular: Facundo Molares, alias “Camilo”, que fue herido en un enfrentamiento en el municipio de Montero.
¿Presencia de cárteles?
Dos expertos y Emilio Rodas, exviceministro de Régimen Interior, explicaron que la muerte del sargento Huayhua, durante un enfrentamiento armado con narcos colombianos en Santa Cruz, revela la presencia de cárteles del narcotráfico en Bolivia.
Sostienen que estos grupos tomaron la región de la Chiquitania para la producción y transporte de droga.
“Ya lo hemos dicho antes: sobre la presencia en nuestro país de los grupos ligados al narcotráfico como el Comando Vermelho y el Primer Comando de la Capital (PCC). Tienen presencia y están alcanzando el control en la Chiquitania, en Santa Cruz, y en la frontera con Bolivia. Usan esa zona para la producción y el tránsito de la droga”, dijo el exviceministro Rodas.
Clanes familiares
En contraparte, el ministro Del Castillo reiteró que en criterio del Gobierno, en Bolivia no existe la presencia de cárteles del narcotráfico. “Lo que hay son nuevas organizaciones que trabajan con clanes familiares”, dijo la autoridad en una entrevista con medios estatales.
En relación con las denuncias de supuesta protección al narcotráfico, que lanzaron el exministro Carlos Romero y el expresidente Evo Morales, Del Castillo rechazó ese extremo.
“Carlos Romero -por dar un dato- ha incautado en la gestión 2017 tan sólo 3,8 toneladas de clorhidrato de cocaína. Nosotros en la actual gestión hemos incautado tres veces más esa sustancia, estamos hablando de más 10 toneladas”, respondió Del Castillo en entrevista con Unitel.
Sostuvo que en su gestión se incrementaron las cifras de incautación de droga y detenidos ligados a este delito.
“Podemos decir que desde el 1 de enero hasta el 17 de diciembre de 2022 ya hay más de 3.345 personas aprehendidas vinculadas con el narcotráfico; ya vamos incautando más de 20 toneladas, entre pasta base y clorhidrato de cocaína”, indicó.
Indicador negativo
Jodael Bravo, exfiscal, y el experto Franklin Alcaraz coincidieron en señalar que el enfrentamiento armado en el Parque Noel Kempff Mercado, en Santa Cruz, se debe al crecimiento de esa actividad ilícita. Huayhua era parte de una patrulla de agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) que intervino una pista clandestina de avionetas, en las que los delincuentes trasladaban droga.
Bravo recordó que dicho parque es elegido por los narcotraficantes para operar, por sus características geográficas y que en 1986 otros delincuentes mataron en similares circunstancias al biólogo boliviano por el cual ese sitio recibió ese nombre. Señaló que si había una patrulla de la Felcn por esa zona, fue porque se conoce sobre la actividad del narcotráfico en ese sector. Cuestionó la versión del Gobierno, sobre que Bolivia es sólo un territorio de tránsito de la droga y que no existe la presencia de cárteles.
“El sólo confirmar que (en 2022) subieron los cultivos de coca, quiere decir que subió la producción de droga. Pero el Estado sigue (diciendo) que no tenemos la presencia de cárteles de droga y así será más difícil esta lucha, una lucha que es internacional. El narcotráfico no es local, tanto así que el consumo de la sustancia es de norteamericanos y europeos, por eso se debe replantear la lucha contra el narcotráfico”, remarcó Bravo.
Para el exviceministro Rodas y los dos especialistas, el hecho de haber secuestrado más droga o haber realizado más operativos “no es un indicador de eficiencia”, sino un factor que confirma el incremento del narcotráfico en el país.
Rodas dijo que aunque no podría asegurar que existe una “complicidad” de las autoridades con los narcos, vio que en los últimos años se hicieron evidentes algunos “vínculos” entre narcos, policías y “autoridades ministeriales”.
Negligencia estatal
Gobierno Emilio Rodas, exviceministro de Régimen Interior, dijo que existe “negligencia” en el trabajo del Ministerio de Gobierno. Sostuvo que no podría asegurar que existe “complicidad” de las autoridades con los narcos, pero que en los últimos años se hicieron evidentes algunos “vínculos” entre narcos, policías y “autoridades ministeriales”.
Sustancias Rodas también calificó de “debilidad estatal” la falta de datos sobre los secuestros de sustancias controladas usadas para fabricar cocaína. “No se tiene control territorial de la ruta que sigue la droga peruana”, sostuvo.