Choferes bolivianos detenidos en Perú se quedaron sin alimentos. Poco a poco se agota el combustible, mientras que muchos se enfermaron por las bajas temperaturas y no tienen acceso a atención médica y menos aún a medicamentos. Además, viven con el temor de que comunarios quemen sus camiones. Claman ayuda al Gobierno boliviano para que les gestione una salida humanitaria.
“Los comunarios quieren quemar nuestros camiones. Dicen: ‘tres carritos quemaremos y ustedes se van’. Eso es lo que dicen textualmente. La verdad, lamentamos que esté pasando esto porque a nadie hicimos daño. Estamos 37 días en estos lugares y la situación es desesperante. Algunos compañeros están en mal estado y el Gobierno de Bolivia debería intervenir, pedir una salida a estos problemas”, dijo el dirigente transportista Gregorio Ramos a Fides.
El bloqueo de carreteras comenzó en diciembre del año pasado. Luego de una breve pausa por Navidad y Año Nuevo, las protestas volvieron. Casi todo el sur peruano está cerrado y los camioneros bolivianos luchan por regresar al país.
Ramos contó que se encuentra con su camión a sólo 25 kilómetros de Desaguadero, en la frontera con Bolivia. En los últimos días avanzaron muy poco. “Agotamos el diálogo con los comunarios y logramos movernos cuatro kilómetros, pero nos quedamos parados nuevamente. Estamos en un lugar desértico donde no hay ni agua”, afirmó.
El transportista contó que con la ayuda de la Alcaldía de Desaguadero, del lado de Perú, la Defensoría del Pueblo peruana y otras organizaciones pudieron entablar una mesa de diálogo con los bloqueadores y ellos aceptaron darles paso. Lograron pasar ese punto, pero los mismos comunarios se adelantaron con vehículos livianos e instalaron otra zona de bloqueo delante de los camiones.
“Ayer (martes) estuvimos reunidos con los pobladores del distrito de Zepita y acordaron dejarnos libre el paso hasta la frontera. Sin embargo, no obedecieron a su compromiso (e instalaron un nuevo punto de bloqueo) y nos tienen como rehenes. Es lamentable su actitud. Como somos camiones pesados, ellos se adelantaron y no pudimos avanzar tan rápido como ellos y nuevamente se juntaron para bloquear”, agregó.
Tampoco pueden regresar e intentar pasar por Chile porque se están quedando sin combustible. Ante el intenso frío y a fin de evitar que las máquinas se dañen, deben encender el motor en la mañana y una segunda vez por la tarde, lo que les está dejando sin el carburante.
“Necesitamos alimentación, vituallas y medicinas porque hay compañeros enfermos y todo lo que se necesite para soportar este intenso frío. El Ejército peruano pasó y los comunarios se alarmaron. A cierta distancia, ellos ya estaban listos para atacarnos. Incluso hemos sido amenazados de que quieren quemar nuestras unidades”, reiteró.
Ronald Nostas, industrial y expresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, informó que los perjuicios sobre la economía boliviana son significativos y afectan principalmente al comercio exterior. Según sus datos, más del 40% de las exportaciones e importaciones bolivianas se realizan por los puertos del sur de Perú.
“Hace unos días, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) Bolivia calculó que las pérdidas llegan a más de 240 millones de dólares. Esto se suma a la grave crisis del transporte pesado, que mantuvo parados a casi mil camiones de carga en la frontera por 30 días. La situación obligó a nuestro gobierno a realizar un acuerdo especial con Chile para lograr desviar el tráfico de mercaderías hacia sus puertos. Hoy permanecen detenidos más de 600 vehículos en el lado peruano”, afirmó el empresario.
También advirtió que hay problemas en el sector turismo, especialmente de Potosí y La Paz. Estos departamentos recibían miles de extranjeros por día, principalmente provenientes de Cusco, generadores de ingresos a la hotelería, gastronomía y transporte. El cierre del puente sobre el río Desaguadero ha ocasionado la interrupción del ingreso de mercadería.
Perjuicios en Perú
Pérdidas El conflicto lleva ya dos meses, alcanza a siete regiones del sudeste del Perú. Ha producido la muerte violenta de 59 personas y se mantienen 72 puntos de bloqueo en cinco departamentos.
Economía La Cámara Nacional de Industria de ese país calcula las pérdidas de su sector en más de 1.000 millones de dólares. Sin embargo, el perjuicio seguramente es mucho mayor si se considera que el 30% de las exportaciones totales están detenidas y el 90% de la producción agrícola de la zona se ha desechado por los bloqueos, además que el comercio, minería y turismo son afectados.