De acuerdo con el analista en temas mineros Héctor Córdova, la coyuntura de los precios altos del litio parece haber llegado a su fin, por lo que las decisiones que tome el Gobierno respecto a este recurso estratégico deben ser transparentes e informadas.
“La coyuntura de precios altos del carbonato de litio parece que llegó a su fin. Cada día, la cotización baja y no se ve en qué valores se estabilizará. Con la mirada estratégica conque se deben encarar los procesos industriales en el país, ¿cómo se vio esta situación?, ¿hasta qué nivel de estos precios es válida la decisión tomada?”, expresó el experto en minería.
Córdova agregó que el mundo anda en busca de otras alternativas y hay varias que se evalúan para dejar al litio atrás.
“Ante este contexto, es imprescindible que, en la toma de decisiones tan importantes para el país, haya transparencia y participación de personalidades que conocen el negocio de este metal. Perder esta coyuntura nos puede dejar mal parados económica, política y socialmente”, manifestó.
De acuerdo con Trading Economics, luego de haber alcanzado un precio récord de 87.000 dólares la tonelada de carbonato de litio en noviembre de 2022, los precios del metal blando comenzaron a caer en casi un 23%, hasta llegar a cotizarse en 70.500 dólares la tonelada.
No obstante, datos históricos de la empresa encargada de dar seguimiento a los precios de diferentes minerales en 200 países, muestran que el precio de litio continúa en niveles sumamente elevados, pues a mediados de 2020, es decir, en plena pandemia del Covid-19, se cotizaba en 5.600 dólares.
De acuerdo con un estudio de la compañía minera de origen chino Sinomine Resource Group, el precio del carbonato de litio descenderá en al menos un 25% este año, para posteriormente estabilizarse en alrededor de 55.000 dólares por cada tonelada del recurso.
El convenio
El analista en temas mineros indicó que Bolivia había determinado reservar para la empresa estatal del litio la explotación hasta la obtención de la materia prima, pero luego, con la firma del convenio con CBC (y los otros convenios planeados) se abre la puerta a las empresas privadas para añadir valor a la materia prima.
“Si Bolivia tuviera una industria básica desarrollada y tecnología avanzada, probablemente podría hacerse cargo por su propia cuenta de esta etapa terminal de la cadena, pero como éste no es el caso, para no perder la oportunidad del momento que da al litio un valor extraordinario, es imprescindible saltarse algunos pasos del desarrollo industrial y aliarse con capitales y tecnologías privadas”, señaló el experto.
Por otra parte, Córdova indicó que lo estratégico sería trabajar hacia un desarrollo local de la industria básica con la implantación de procesos internos que, a mediano plazo, nos permitan independizarnos de esos aportes externos.