Una gran cantidad de nuevas empresas se apresuran a contratar electroquímicos que esperan marquen el comienzo de una nueva era de energía más limpia.
Gracias a la creciente inversión en tecnología verde, la electroquímica es un campo cada vez más candente. Además de ser la clave para mejores baterías, puede respaldar procesos industriales que no funcionan con combustibles fósiles y ayudar a abordar otros desafíos de la transición energética.
Dan Brett, profesor de Ingeniería Electroquímica en el University College London, dice que el mundo está entrando en “la era de la energía electroquímica”.
Uno de los principales usos de la electroquímica está en el campo del desarrollo de baterías. “La electroquímica es la clave para la transición energética porque es un principio fundamental del almacenamiento de energía”, afirmó Laurie Menoud, socia de At One Ventures, un inversionista en tecnología limpia. “Si el almacenamiento de energía es costoso e ineficiente, como lo es ahora, la transición será lenta o no sucederá en absoluto”, sostuvo.
Los fabricantes de baterías compiten para descubrir cómo elaborar baterías de forma más económica, así como para fabricar baterías que duren más y se carguen más rápido. Eso implica probar varias combinaciones de materiales con diferentes catalizadores químicos.
Muchos fabricantes de baterías se concentran en refinar las baterías de iones de litio que ya se utilizan en dispositivos electrónicos personales, vehículos eléctricos y en la red eléctrica. Otros están trabajando con materiales como el hierro, que son más abundantes y más baratos que el litio, para fabricar baterías que puedan almacenar energía durante periodos más prolongados.
Esta búsqueda de una mejor batería implica identificar los mejores materiales conductores para usar en los electrodos de ánodo y cátodo de una sola celda electroquímica, los catalizadores químicos adecuados para ayudar en la reacción y cómo hacer un sistema eficiente basado en la combinación de muchas celdas. El mismo proceso sustenta otras innovaciones en sistemas electroquímicos, que utilizan diferentes combinaciones de materiales para diferentes aplicaciones.
Otro espacio de interés para la aplicación de la electroquímica gira en torno al hidrógeno.
El hidrógeno se produce generalmente calentando gas natural, uno de los compuestos en los que se encuentra de forma natural, en un proceso altamente contaminante.
Pero también se puede hacer sin causar emisiones pasando electricidad renovable a través del agua, usando una máquina llamada electrolizador, para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno.
Al igual que las baterías, los electrolizadores no son nada nuevo. Pero su costo no se ha beneficiado de años de producción en masa, como lo ha hecho el costo de las baterías de iones de litio. Ahora, en la medida en que la competencia se está intensificando, aparece una gran demanda por expertos en electroquímica. Estos expertos pueden hacer que los electrolizadores sean más eficientes, desarrollando nuevas combinaciones de materiales. “En todas las conferencias a las que he asistido recientemente, casi todos los oradores se levantan y dicen: ‘¡Y estamos contratando!’. Definitivamente hay un auge en la contratación de científicos e ingenieros en este momento en todas estas tecnologías”, afirma Kathy Ayers, vicepresidente de investigación y desarrollo del fabricante de electrolizadores Nel Hydrogen.