Plan contra la venta ilegal de combustibles recupera el 0,8% del monto de subvención

El denominado Plan Soberanía, impulsado por el Gobierno nacional para combatir la venta ilegal de combustibles, generó un ahorro de 13,8 millones de dólares en 2022, lo que equivale al 0,8 por ciento del monto destinado a la subvención de diésel y gasolina el año pasado: 1.731 millones.

Asimismo, el monto recuperado representa apenas el 0,3 por ciento del monto que el país destinó a la importación de combustibles: 4.365 millones de dólares, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Daniel Jiménez, informó que el Plan Soberanía consistió en realizar operativos en 34 estaciones de servicio en frontera y en otras dentro del territorio consideradas zonas de riesgo con la movilización de 171 militares y 66 funcionarios de la ANH.

En los operativos, se incautó un total de 370.151 litros de combustible al contrabando, equivalente a 508.599 millones de dólares.

Además, se evitó la venta de combustible de forma ilícita dentro del territorio boliviano, ahorrando 18,8 millones de litros, igual a 13,8 millones de dólares.

Los montos no llegan al 1 por ciento de lo que el país gasta para abastecer al mercado interno de combustible subvencionado, gasto que en 2022 creció en 94 por ciento en comparación a 2021, lo cual afectó a las reservas internacionales en divisas, que actualmente se encuentran en su punto más bajo en los últimos 20 años.

El ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, dijo que “lo extraño” fue que la demanda en la frontera se elevó en 35 por ciento, un incremento poco lógico que apuntaba en realidad a la venta ilegal de diésel y gasolina.

“La subvención genera también que haya gente que busque lucrar con recursos que son del Estado”, dijo Molina.

La semana pasada, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, dijo que el aumento de presupuesto para la subvención de los hidrocarburos se debe a la salida de gasolina y diésel vía contrabando en las zonas fronterizas.

“En Bolivia, como tenemos un precio fijo de los combustibles, ¿qué ocurre? Al tener precios mayores en Chile, Brasil (y demás países), hemos subido casi un 15 o 20 por ciento el consumo en el país a partir de la guerra de Ucrania. ¿A dónde se va este combustible? Evidentemente al contrabando, no hay otro lugar al que pueda ir”, explicó.

Precios están más bajos en Bolivia

El precio de la gasolina en Bolivia se mantiene en 3,74 bolivianos, mientras que en promedio en la región se encuentra en 8,92 bolivianos. Asimismo, el precio del diésel está en el país a 3,72 bolivianos, y en los países vecinos el promedio es de 9,14.

El director de la ANH, Daniel Jiménez, dijo que, en 2022, el barril de petróleo subió a un promedio de 95 dólares, cuando el año anterior estaba en 67 dólares, y en 2020 incluso en 37 dólares.

El periodo pospandemia y la guerra en Ucrania causaron estas alzas.

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