La escasez de microchips todavía afecta oferta de vehículos nuevos

El efecto colateral de la guerra entre Rusia y Ucrania que trasciende en la crisis global de semiconductores automotrices aún ensombrece el stock en algunas concesionarias del mercado boliviano. que operan en el país. Los efectos de la subvención a los combustibles y el tipo de cambio son también factores que preocupan.

A decir del gerente nacional comercial de Toyosa, Javier Arze Ruiz, el problema de los semiconductores aún no se superó a escala mundial, pero denotó que la recuperación es paulatina. “Afortunadamente, gracias al sistema de producción Toyota, la marca ha sido la menos afectada. Sin embargo, aún estamos en camino al nivel óptimo de años prepandemia”, anotó, al dejar entrever que este será un año desafiante para todas las empresas del sector.

Con respecto a los precios de los vehículos, Arze indicó que, debido a la falta de producción, en general, para el sector automotriz -postpandemia-, los precios de los insumos subieron en todo el mundo. “Si bien los chips fueron un problema serio, también existieron otros insumos (hierro, caucho, vidrio, etc) con bajo nivel de producción y mucha demanda, que provocaron un alza de costos. Esta situación requiere, necesariamente, una nivelación de precios para sobrellevar la operación y enfrentar las nuevas condiciones del mercado actual”, apuntó.

Desde Honda Autobol, el gerente general Jaime Vaca Pereira, indicó que los problemas internacionales con respecto a la logística, adicional al quiebre de producción de chips y partes en general, no ha sido superado. “Todavía tenemos un impacto negativo en la importación de unidades”, expresó.

Hizo notar que el inicio de este año ha sido complicado por la coyuntura política económica, pero que las perspectivas son bastante optimistas con respecto al crecimiento en ventas en vehículos y post venta. Acerca de los precios, en general, apuntó que han subido -salvo algunas excepciones que se han mantenido-, debido a la falta de stock para la demanda que se genera en el mercado local, nacional e internacional.

El general manager de Viaggio

Motor, Edwin Roda, manifestó que las diferentes variables que deterioraron la cadena de suministros fueron, en su gran mayoría resueltas, en 2022. “Hoy por hoy se puede decir que comparativamente está mucho mejor; sin embargo, no estamos a los niveles óptimos de oferta que manejábamos prepandemia. Hemos tenido y seguimos teniendo actualmente algunos problemas de abastecimiento de algunos modelos. No obstante, contamos con más del 90% de nuestra oferta para entrega inmediata y con stock ya en suelo boliviano”, precisó, al deducir que este año será de muchos desafíos.

Michelle Noriega, gerente de Clientes & Marketing de Imcruz, dijo que si bien la logística y falta de microchips se recupera en gran medida en lo que va de este año, aún existen ciertas demoras de algunos fabricantes o desde algunos orígenes. Sin embargo, comentó que están trabajando continuamente para que esto tenga el menor impacto posible en los clientes.

En relación con los precios, relievó que responden al comportamiento del mercado y si bien venían incrementándose por las demoras logísticas debido a factores internacionales, Imcruz realiza un gran esfuerzo este mes para ofrecer precios competitivos. Anotó que 2023 plantea importantes desafíos para las ventas de Imcruz.

Entretanto, Claudio Jacir, gerente de Marca en Christian Automotors, sostuvo que aún persisten los problemas con la provisión, tanto de semiconductores (microchips) como retrasos en la cadena de logística, lo cual puede impactar negativamente en el freno de las ventas. Comentó que se tuvo un buen arranque en 2023; sin embargo, dijo que las perspectivas de ventas serán influenciadas con las políticas gubernamentales que defina el Gobierno, la política exterior y la capacidad de financiamiento que pueda tener la banca.

“Los precios tienen una tendencia al alza, explicado por un encarecimiento de las materias primas a escala mundial (acero, vidrios, neumáticos, microchips, etc)”, puntualizó Jacir.

Según Jorge Escobari, gerente general de SACI, los vehículos que comercializan están siendo entregados con regularidad, después de superar situaciones desafiantes debido a los problemas globales de logística en el sector. En el tema precios, expuso que se mantienen y que no han realizado incremento.

“Estamos haciendo esfuerzos importantes para desarrollar promociones adecuadas a las necesidades de nuestros clientes en las diferentes ciudades”, relievó.

Gabriela Cossío, gerente comercial de Volkswagen de la División Automotriz de Hansa, explicó que aún se ven afectados con microchips y piezas en modelos de alta gama, e insinuó que la logística sigue con dificultad -espacios en las navieras y con altos costos-, lo que impacta en el stock y los precios finales de los vehículos. “No se han superado al 100%”, puntualizó.

Insinuó que actualmente se encuentran en un escenario cada vez con mayores retos y cambios, por un lado, el fabricante con incremento de precios constantes y, por otro lado, la inestabilidad económica y política que afecta la decisión de compra de los clientes.

Desde Carmax, el gerente general Francisco Osinaga, afirmó que a pesar del quiebre en la provisión de semiconductores a escala global y restricciones asociadas a la pandemia de Covid, la empresa Hyundai tuvo un buen nivel de producción, que le permite contar con stock de vehículos para entrega inmediata.

Roberto Landívar, gerente general de Autokorp, dice que el tema de los microchips y la falta de stock se ha regularizado completamente. Sin embargo, insinuó que los problemas logísticos en puertos no se han resuelto del todo y aún se ven afectados con la elevación de los fletes, muchas veces inesperados, que afectan de forma directa los costos de importación.

Incertidumbre sectorial
Desde la Cámara Automotor de Bolivia (CAB), su presidente Erick Saavedra, insinuó que la subvención a los combustibles y el tipo de cambio son variables que preocupan al sector, dado no ayudan a generar una actividad económica como se proyecta y que podría ser similar a los registros prepandemia de covid.

En 2022, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), la importación de combustibles en el país superó los $us 4.365 millones, un 94% más comparado con 2021. Mientras tanto, en las últimas semanas, con información oficial, existe una demanda inusual de dólares originada, según el Gobierno, por rumores divulgados por redes sociales y opinión de economistas, que ha generado especulación en el canal de distribución de divisas minorista, al detalle (casas de cambio).

En criterio de Saavedra, el sector cree que se debe trabajar con el Estado en reformular las políticas impositivas al sector automotor. “Se debería trabajar en un impuesto a la contaminación. Es básicamente medir cuánta contaminación genera el parque automotor y eso podría ayudar en alguna forma a reducir la subvención”, anotó.

Cree que también es importante ver la posibilidad de introducir una nueva generación de vehículos que funcionen con alcohol anhidro del 12 al 100% de etanol. “Los vehículos Flex -como se los conoce- son motorizados especialmente fabricados para el uso de etanol que podría ser una forma de consumir energía renovable, de bajo impacto al medioambiente y 100% industria nacional. Para esto se debería dar los mismos beneficios que a los vehículos eléctricos”, mencionó Saavedra.

En cuanto al balance sectorial, de acuerdo con el presidente de la CAB expresó que se registró un crecimiento sostenible hasta antes de la pandemia. Con la pandemia -precisó- la situación cambió. “Las fábricas se vieron muy afectadas por el tema logístico y la imposibilidad de elaborar algunos componentes por la falta de materia prima. Aunque el mundo teóricamente ha vuelto a la normalidad, el sector no se ha recuperado al 100%”, insinuó, al detallar que todavía persiste la dificultad para el acceso a los semiconductores, sobre todo desde China.

Esto hace que los países americanos, europeos y Japón estén limitados por este tema. El mercado está tendiendo hacia la electrificación, mientras existen los vehículos a combustibles fósiles, híbridos y a hidrógeno.

Subvención estatal firme

El viceministro de Inversión Pública, Marcelo Laura, citado en la estatal de noticias ABI, dio cuenta de que en Bolivia se mantendrá la política de subsidios y se ‘precautelará el poder adquisitivo del boliviano’, “porque afectar la subvención a los carburantes representará un incremento de los precios en los productos de la canasta familiar y un impacto especulativo importante”, aseguró.

En otra nota reproducida en el mismo medio estatal, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, mencionó que en un contexto mundial ‘muy complicado y complejo’, el Gobierno se esfuerza por mantener la estabilidad económica en Bolivia con políticas como la subvención a la energía eléctrica, a los combustibles y algunos alimentos.

SourceEl Deber

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