Salar de Uyuni: el turismo fluye pese al conflicto con comunarios

El turismo en Uyuni fluye casi con total normalidad, a pesar de los conflictos entre comunarios y algunos propietarios de hoteles en ese municipio. Sin embargo, existe la preocupación de no poder cumplir compromisos con agencias de turismo y empresas extranjeras si persisten los bloqueos y la hostilidad contra los centros turísticos.

En dicha región, puerta de ingreso al Salar de Uyuni, la actividad turística en sus locales, calles y alrededores no ha decaído. El Cementerio de Trenes, situado a ocho minutos del reloj de la plaza principal, continúa mostrando gran afluencia de visitantes propios y extranjeros, según constató Página Siete en una visita a esa localidad.

Cobros y acuerdo

En pasadas semanas, tres hoteles cercanos al Salar de Uyuni fueron asediados y bloqueados por pobladores de Colchani, localidad colindante con el desierto salado y donde se asientan los complejos hoteleros, exigiendo a los propietarios de los inmuebles el pago anual de 35.000 dólares como “regalías” a las comunidades. Los propietarios de los hoteles sostienen que aceptaron el acuerdo “bajo presión”.

“Estamos en una negociación bajo presión, ya que si no llegábamos a algo iban a seguir las medidas de bloqueo, entonces propusimos pagar en un plan de pagos y ver cómo pagar este acuerdo, y obviamente lo hemos hecho para seguir trabajando, porque nosotros tenemos compromisos con las agencias de turismo, con las empresas del extranjero, que hacen reservas con años de anticipación. En caso de incumplir, hacemos quedar mal a Bolivia”, dijo Darío Lora, uno de los propietarios del hotel de sal Luna Salada.

Los hoteleros explicaron que existen convenios con los comunarios de pagar 8.000 dólares por año desde 2015. Sin embargo, éstos comenzaron a subir el monto desde 2019, cuando hubo un cambio de corregidor.

Un documento, al que tuvo acceso este medio, da cuenta que el “hotel de sal” se comprometía al pago de dicha cifra y que ésta sería “inmodificable” con el paso del tiempo.

“El hotel de sal otorgará a favor de la comunidad un aporte en la suma de dinero de 8.000 dólares (ocho mil dólares americanos) anuales, para satisfacer las necesidades comunes y el beneficio de todos sus miembros (…). El pago del aporte será inmodificable y será realizado con un pago anual en el mes de agosto de cada gestión mediante depósito en una cuenta bancaria a nombre de la comunidad”, indica el documento.

El propietario de Luna Salada manifestó que los bloqueos de parte de los comunarios mostrarán a Uyuni como “un punto de conflicto”.

“Quieran o no, los turistas y los extranjeros traen divisas a Bolivia. Traen dinero y crean trabajo. Éstos serán afectados por esta situación, porque verán como un punto de conflicto el Salar de Uyuni si es que no hay garantías para la empresa privada”, dijo Lora.

En ese marco, el concejal Limber Choque recordó que Uyuni y los municipios colindantes con el salar “viven del turismo” y que no se puede perjudicar a “la industria sin chimeneas”. Por lo que anunció la conformación de una comisión para reunir a comunarios y propietarios de los hoteles y corroborar la veracidad de los acuerdos.

“Hemos resuelto hacer una comisión especial para reunirnos con los dueños de estos hoteles y la comunidad de Colchani para verificar la documentación que tienen ellos, porque hablan de un convenio y actas acordadas (…). Esto es un daño al turismo, toda Bolivia conoce que Uyuni vive del turismo, es la puerta al salar. Tenemos una industria sin chimeneas que no podemos perjudicar por el actuar de algunas autoridades”, dijo el concejal en rueda de prensa.

En ese contexto, se conoció que en las últimas horas el Ministerio Público aceptó una denuncia contra los comunarios de Colchani y el corregidor Nirmo Chambi por los delitos de extorsión y obstrucción al derecho al trabajo.

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