La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, de 84 años, puso en jaque este martes al gobierno y a la policía boliviana con una acción audaz e inesperada, ingresar a la sede de la entidad que preside y que fue arrebatada ilegalmente por personeros afines al partido de gobierno hace un mes.
Carvajal consiguió una escalera en la mañana de este martes y ascendió hasta una terraza adosada a la sede de la Asamblea de Derechos Humanos ubicada en la céntrica avenida 6 de agosto de la ciudad de La Paz.
La terraza no tiene acceso directo a la casa y ha estado durante estas horas sin acceso a baño ni alimento.
Su acción tomó por sorpresa al gobierno boliviano, que ha realizado diversas acciones para quitarle a Carvajal la tuición sobre la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia.
También causó sorpresa a la Policía, que no esperaba que la octogenaria dirigente, que es exmonja, pudiera tomar una acción como la que asumió.
Tras la toma violenta por parte de personas afines al MAS hace un mes y que lograron, con apoyo de la policía y posteriormente de la justicia, quedarse en la sede, la presidenta de la Asamblea mantuvo una vigilia durmiendo en un callejón posterior a la sede de la asamblea.
Mantuvo el respaldo de organizaciones sociales pero en general durante este mes estuvo sola, primero al intemperie, durmiendo en un colchón, y después en una carpa.
Mientras se escribe este artículo, la policía intentaba evitar que otras personas lograran acceder a la escalera y evitar de ese modo que Carvajal recibiera apoyo, alimentos y agua.
El número de personas que se ha acercado a expresarle su respaldo ha ido en aumento, pero también existen versiones no confirmadas de que grupos de choque del MAS estarían preparándose para llegar allí y desalojarla por la fuerza.
El gobierno y la policía deben tomar cualquier medida con el mayor cuidado posible, considerando la fragilidad física de Amparo Carvajal. Cualquier exceso represivo pondría su vida en peligro, lo que generaría un escándalo de proporciones.