La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), hace notar que las tendencias de la Inversión Extranjera Directa (IED) se enfoque en las energías renovables en el contexto de la transición energética y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La transición energética es identificada por la Cepal como uno de los sectores impulsores del crecimiento económico, que puede convertirse en gran motor de la transformación productiva de la región, por lo que los países y sus territorios deberían priorizarlo en el marco de sus políticas y agendas de desarrollo productivo.
“El porcentaje de la capacidad instalada de energía renovable de América Latina y el Caribe es superior al promedio mundial, y la matriz de generación eléctrica es una de las más limpias del mundo. Por lo tanto, si incrementa su oferta de energía renovable, la región podría convertirse en origen de la producción de bienes que hoy en día se producen en países con matrices relativamente menos limpias. La IED puede desempeñar un papel fundamental a la hora de acelerar la transición energética, facilitar la transferencia tecnológica y posibilitar las tecnologías emergentes”, destaca el informe de la institución.
No obstante, la Cepal también advierte que en este proceso se debe considerar la importancia que todavía tiene el sector de energías no renovables para algunos países de la región, especialmente en materia de generación de ingresos para atender demandas sociales, de desarrollo productivo y de seguridad energética.
Más allá de los retos de la transición energética, el informe insiste en que los países de América Latina y el Caribe deben mejorar el diseño de las políticas de atracción de inversiones y fortalecer sus capacidades institucionales en esta área. Es esencial que se avance en la articulación de los esfuerzos para la atracción de la IED con las estrategias de desarrollo productivo de los países y de sus territorios, y que se comience a utilizar con mayor direccionalidad la IED como una herramienta estratégica para avanzar en los procesos de desarrollo productivo sostenible.
Menor inversión
Coincidiendo con la observación de la Cepal, el informe de la Fundación Milenio destaca que la inversión extranjera en el sector petrolero bajó de $us 197 millones en el primer semestre de 2021 a solo $us 92 millones en el primer semestre de 2022. También hubo una desinversión en hidrocarburos de $us 307 millones y de $us 12 millones en manufactura.
“Las agencias de riesgo han rebajado el rating soberano y tienen una perspectiva negativa sobre el desempeño de la economía boliviana, lo que dificulta el acceso a los mercados de capitales, de manera que el financiamiento externo se reduce a los créditos de organismos multilaterales y de otros gobiernos que no bastan para estimular la actividad económica”, afirmó Henry Oporto, director de la Fundación Milenio.
Oporto agregó que Bolivia va a contramano de los países vecinos que en época de crisis hacen grandes esfuerzos para atraer recursos de inversión privada y superar los efectos de la recesión, y lo están logrando, mientras que aquí se las ahuyenta.