Se ahonda la crisis del sector campesino por la dirigencia

El manejo de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (Fsucct) ha despertado intereses personales de varios actores, que pretenden hacerse del control de esta organización social puntal del Movimiento al Socialismo (MAS) en Tarija. Desde aquel fallido congreso departamental del 25 de junio, no han podido fijar fecha para reanudar la elección del directorio, pues las disputas internas no lo han permitido.

Cronología

Tras la suspensión del congreso en el mes de junio, la dirigencia campesina había advertido que dentro de un plazo de 30 días nuevamente debía definirse fecha para llevar adelante este evento. Mientras tanto, Aldo Velásquez continuaba a la cabeza de la directiva de la Fsucct.

En fecha 9 de agosto, una facción del sector campesino llegaba hasta la plaza Luis de Fuentes y Vargas, liderada por Erver Quispe, para presentar una convocatoria a congreso departamental para el 13 y 14 de octubre, documento que tenía la firma del ejecutivo de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Eber Rojas Alvarado, y otros directivos de esa organización, además de siete ejecutivos de las centrales de campesinos de Tarija.

En esa misma oportunidad, advertían que Velásquez y compañía quedaban cesados de responsabilidades de la directiva de la Fsucct.

Sin embargo, a inicios de la presente semana, era Aldo Velásquez, quien en compañía de un puñado de dirigentes campesinos, entre ellos, Andrés Meriles, daba a conocer un voto resolutivo en el que la CSUTCB ratificaba nuevamente a los miembros de la directiva de la Fsucct, validando su autoridad.

Este voto resolutivo restituía responsabilidad a Velásquez y reconocía como el único operador que debe viabilizar las elecciones en la Fsucct en coordinación con la CSUTCB, de esta manera llevar adelante el XVII Congreso Ordinario en un plazo no mayor a 90 días.

En la oportunidad, Meriles advertía que se gestaba un paralelismo por quienes intentaron establecer un comité transitorio que pretendía llevar adelante el congreso en octubre.

En complemento, el dirigente Erver Quispe, lamentó el actuar del ejecutivo de la CSUTCB por firmar disposiciones con la “mano y borrarlas con el codo”. Advirtió que han identificado que el objetivo de Velásquez es prorrogarse en el cargo de manera ilegítima, ya que su mandato feneció el 24 de abril y con “chicanerías” sigue en la dirigencia.

“La última resolución que presenta don Aldo Velásquez, le dan 90 días más, después de 90 días debe llamar a congreso, ¿eso quiere decir que el congreso va a ser el primer mes del año que viene? Va a estar un año más prorrogado, como sector campesino no vamos a permitir”, dijo Quispe, a tiempo de adelantar que el jueves realizarán una marcha de protesta.

SourceEl País

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