Este año, las masitas de Todos Santos se realizarán en su mayoría con harina argentina, pues la producción de trigo en Santa Cruz, el principal productor del grano del país, lleva dos años consecutivos con una baja en su producción del 40 por ciento, esto se debe al daño de los cultivos por la humedad y enfermedades, informó el presidente filial Cuatro Cañadas de Anapo, Genaro Carreño.
La demanda nacional de trigo es de 750 mil toneladas al año y la producción en el país es de poco más de 300 mil toneladas, lo que cubre cerca del 40 por ciento del consumo interno, el resto se importa, en su mayoría de Argentina. Santa Cruz es el principal productor con el 75 por ciento del volumen total del trigo boliviano, le siguen Cochabamba con el 8 por ciento, Potosí el 6 por ciento, Chuquisaca y Tarija el 5 por ciento cada uno.
Carreño explicó que la producción del trigo de la campaña de invierno 2022 en Santa Cruz disminuyó en 40 por ciento en comparación a 2021, debido a la sequía prolongada. Pero, este año, la baja en la producción es similar, esta vez por los efectos de un invierno húmedo que causó enfermedades y pérdida de cultivos. “Tuvimos mucha lluvia, que ha hecho enfermar al trigo. Harta gente ha quedado con deuda. La pérdida es mayor a la del año pasado, cuando teníamos más áreas sembradas. Muchos estamos con deudas de agroquímicos”, sostuvo.
En 2022, los productores cruceños sembraron 90 mil hectáreas de trigo y cosecharon 70 mil toneladas; este año, se sembraron 50 mil hectáreas y se cosecharon entre 45 a 59 mil toneladas. Los productores nacionales cosechan entre 800 y mil kilos del grano por cada hectárea cultivada. “Debido a la sequía se ha bajado la producción este año y en su lugar se ha sembrado sorgo, que es más resistente”, indicó.
Para lograr cubrir la demanda nacional de trigo, el país debe producir 150 toneladas de trigo al año y cosechar 3 toneladas por cada hectárea. Para ello se requiere semilla genéticamente modificada y el apoyo del Gobierno con agroquímicos y semillas.
“En todo les ha ido mal, por ello los agricultores están muy decepcionados. En Argentina se produce más a pesar de la sequía, aquí no nos deja meter la biotecnología. El trigo es un cultivo muy delicado”, dijo.
La producción de trigo en Bolivia alcanzó un pico de 338 mil toneladas en 2015 y su segundo mayor volumen fue en 2021 con 336 mil toneladas. La importación de trigo en grano y harina de trigo en 2022 fue de casi 158 mil toneladas por un valor superior a los 70 millones de dólares, con predominio de la harina (92 por ciento) sobre el trigo (8 por ciento).
Según el IBCE, la baja producción de trigo se debe, principalmente, a que las zonas productoras por excelencia no tienen las dimensiones suficientes para hacerlo competitivamente, mientras que en el oriente muchas veces no se encuentran incentivos frente a otras opciones de mercado.
El Gobierno busca incrementar la producción de trigo.