S&P baja la calificación de Bolivia y Gobierno la atribuye al “boicot”

La agencia Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings rebajó la calificación crediticia soberana de largo plazo de Bolivia de “B-” a “CCC+”, con una “perspectiva negativa”, debido a las “mayores vulnerabilidades externas” y a los “desacuerdos políticos” en el MAS, entre otros factores. El Gobierno criticó el informe y atribuyó la nota al “boicot económico” que soportó la administración de Luis Arce en el Legislativo.

EL INFORME DE S&P

La agencia no solo rebajó la calificación crediticia soberana de largo plazo: también la de corto plazo, de “B” a “C”, y revisó su evaluación de transferencias y convertibilidad de “B-” a “CCC+”, según un comunicado de prensa difundido en su página web.

La calificadora justificó la decisión ante “la disminución de las exportaciones” del país, sus “limitadas” reservas internacionales netas (RIN), “los altos déficits fiscales y la escasa transparencia sobre los activos del Banco Central” de Bolivia (BCB), que “están aumentando los riesgos para (cumplir con) el servicio de la deuda”.

También consideró que “el estancamiento político y un congreso dividido están limitando el margen de maniobra del Gobierno, planteando dudas sobre su capacidad para asegurar el acceso oportuno a la financiación externa”.

“Los desacuerdos políticos, incluso dentro de la coalición gobernante, debilitaron la capacidad del Gobierno para asegurar financiamiento externo y frenar la erosión de su perfil externo”, mencionó S&P.

La “perspectiva negativa” supone una posible nueva rebaja de la calificación en los próximos 12 meses “si un mayor debilitamiento de la liquidez externa afecta la capacidad del Gobierno” para pagar oportunamente el servicio de la deuda, añadió.

Por contra, la calificación podría subir en los próximos 12 meses si la agencia ve “medidas políticas decisivas que impulsen la confianza de los inversores y reviertan el reciente empeoramiento del perfil externo del país”.

Estas medidas deberían incluir acciones para conseguir un acceso “mejor y oportuno” a la financiación externa y “corregir” los déficits fiscales, además de una “mayor transparencia en los datos económicos clave”.

LA PALABRA DEL GOBIERNO

Tras conocerse el nuevo informe de S&P, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, criticó que el análisis de la calificadora internacional no tome en cuenta indicadores que, a su juicio, demuestran que la economía boliviana “está creciendo”.

“Tenemos una inflación relativamente estable, tenemos crecimiento económico, el mercado laboral está dinámico (…), hay un descenso del desempleo y mayor participación del mercado laboral, hay presupuesto adicional que viene porque la economía está creciendo”, retrucó.

El Ministro, en esa línea, sostuvo que estos “son elementos que la calificadora no los pondera de manera importante, cuando en el mundo hoy hay un entorno internacional de alta volatilidad e incertidumbre».

Montenegro, no obstante, consideró importante que el análisis de S&P mencione, entre otros argumentos, para la baja calificación los “problemas políticos”, el “boicot y el bloqueo” a la gestión económica del Gobierno de Arce desde la Asamblea Legislativa Plurinacional.

“En la parte sustancial del informe, (se) señala que la baja calificación responde a los problemas políticos en la ALP, el boicot y el bloqueo económico que se está dando contra la gestión del presidente Luis Arce. Advertí que todas estas acciones –ralentizar, paralizar, boicotear la economía– iban a tener sus efectos, y lo estamos viendo en este informe”, argumentó el Ministro.

Agregó que el “bloqueo permanente en la Asamblea” quedó evidente en la “ralentización” que se registró “en la aprobación de normas, que podrían darle otros resultados a la economía nacional”, y puso como ejemplos los casos de la Ley del Oro, el reformulado del Presupuesto General del Estado 2023 y los créditos externos que requiere el Ejecutivo, que cuentan con la aprobación de organismos internacionales.

“Esas son pruebas de que hay un sabotaje pactado. Hay intereses de algunos malos asambleístas de seguir las órdenes de algunos que tienen intereses particulares, que hacen sus cálculos para generar una desestabilización económica contra la gestión del presidente Luis Arce”, insistió Montenegro.

CAUSAS

S&P justificó su decisión ante “la disminución de las exportaciones” de Bolivia, sus “limitadas” reservas internacionales netas (RIN) y “los altos déficits fiscales, entre otros factores.

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