Después de horas de debate sobre el orden del día, los legisladores por fin determinaron qué tema abordar primero. Es así que decidieron debatir primero los proyectos de ley que viabilizan los créditos internacionales para ejecutar diferentes proyectos y después, la prórroga de los magistrados. Todo esto, bajo la presión de un grupo de personas que se apostó en las afueras del hemiciclo, exigiendo el tratamiento de las normativas.
Hasta el cierre de esta edición, los legisladores leían el proyecto de ley para la ejecución de obras con proyectos de créditos internacionales; según lo previsto, estaba pendiente aún el debate y la aprobación o rechazo de, al menos, siete créditos.
Después de tratarse estos temas económicos; recién verán la prórroga de los magistrados, a través de los proyectos de ley 073 y 075.
La sesión estaba prevista para después del mediodía, se instaló de manera regular; pero cuando se leyó el orden del día comenzaron los problemas. Mientras que el oficialismo priorizaba el tratamiento de las normativas para la aprobación de créditos internacionales, los de la oposición exigían la prórroga de los magistrados.
Debido a esta diferencia, los legisladores se agredieron. Hubo empujones, arañones, jalones y palabras groseras. Justamente, por estos bochornosos actos se determinó dar dos cuartos intermedios, tiempo suficiente que aprovecharon organizaciones sociales para instalar una vigilia en las puertas de la Cámara de Diputados, exigiendo que se reinstale la sesión.
Ante este escenario, aproximadamente a las 18:00, se reinstaló la sesión de la Cámara de Diputados y por más de cuatro horas se volvió al mismo debate, el orden del día.
Esta vez, uno a uno los legisladores tomaron la palabra para expresar su posición frente a lo que se debería priorizar; algunos incluso exigieron garantías para continuar con la sesión, ante la presencia de grupos sociales en el ingreso al hemiciclo.
Otros, por su parte, reclamaron a la vicepresidenta (suplente) de la Cámara, Verónica Challco, por no acatar el orden del día expuesto, en el que se debía debatir y aprobar primero los créditos internacionales. Los diputados de la oposición aseguraron que, en otras ocasiones o ‘cuando convenía’, se podía cambiar el orden del día y tratar otros temas urgentes.
La presión se mantuvo hasta el último instante, en que Challco determinó respetar el orden del día, por lo que los minutos siguientes se trataron los nueve proyectos de ley y créditos internacionales.