El Gabinete Social de la Revolución Democrática y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia, a la cabeza del presidente Luis Arce, determinó este martes levantar desde el lunes los horarios para la compra y venta de combustible en bidones, pero además se apunta al control social para evitar la especulación.
En el tercer encuentro de esta instancia estuvo presente el presidente Luis Arce Catacora, el vicepresidente David Choquehuanca y otros miembros que componen este gabinete, entre los que resaltan Central Obrera Boliviana (COB), el Pacto de Unidad, ministros y otras organizaciones sociales.
“Luego de escuchar a las organizaciones sociales de los problemas que se presentan en muchas poblaciones, especialmente vinculadas a la venta de combustibles en bidones, se ha tomado la decisión de levantar a partir del día lunes de la próxima semana, la restricción de horarios en lo que hace a la venta de combustibles en bidones”, dijo la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
La autoridad saludó a aquellas personas que registraron su carnet de identidad para cargar gasolina en bidones, medida que permite tener un control en relación a los combustibles para que no se genere especulación ni haya desvío a actividades ilícitas o al contrabando.
Además, señaló que se llevará adelante un control social para evitar la especulación vinculada a este tema, en el que las organizaciones sociales asumieron un compromiso, principalmente aquellas vinculadas al transporte que tiene un contacto diario con las estaciones de servicio.
Para este fin, Prada indicó que se habilitó la línea gratuita del 8106006 y la línea de WhatsApp 720-72300 para dar a conocer todos los problemas y especulaciones que se generan respeto a los combustibles que apuntan a generar inestabilidad económica y, por tanto, inestabilidad política y social.
“Eso es lo que no vamos a permitir y esa es una de las determinaciones más importantes dentro de esta tercera sesión del Gabinete Social de nuestra revolución democrática y cultural rumbo a la construcción del poder popular”.
Investigaciones de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) determinaron que los combustibles subvencionados, gasolina y diésel, son utilizados por malos bolivianos en al menos tres actividades: el contrabando a países vecinos como Perú, a actividades ilícitas como la minería ilegal, y la reventa al releo, por su puesto a mayor precio.