COP29: hablemos del financiamiento

La transición energética global, un desafío monumental para el siglo XXI, ha encontrado un nuevo impulso en el segundo Diálogo de Alto Nivel sobre la Transición Energética organizado en Londres. Este evento, parte de la serie de discusiones previas a la conferencia COP29 en Bakú, Azerbaiyán, reunió a líderes de todo el mundo con un objetivo claro: movilizar capital hacia proyectos de energía limpia, especialmente en economías emergentes y en desarrollo.

Organizado por la Presidencia de la COP29 y la Agencia Internacional de Energía (AIE), en colaboración con la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el diálogo se llevó a cabo en Mansion House durante la Semana de Acción Climática de Londres, que se desarrolla del 22 al 30 del mes en curso. La cita fue copresidida por Mukhtar Babayev, presidente designado de la COP29, y Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, quienes destacaron la necesidad urgente de duplicar la inversión anual en energía limpia a más de $us 4 billones para 2030, si se pretende alcanzar las emisiones netas cero para 2050.

COP29

Uno de los principales puntos discutidos fue cómo desbloquear el financiamiento necesario para proyectos de energía limpia en regiones donde los altos costos de endeudamiento y los riesgos percibidos impiden que el capital fluya. Los más de 50 líderes de energía, clima y finanzas presentes subrayaron la importancia de una colaboración más estrecha entre el Gobierno, el sector financiero y la industria.

Birol resumió la esencia del encuentro indicando que “lograr transiciones energéticas rápidas y justas depende de una mayor inversión en energía limpia, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo, donde el financiamiento no llega a los proyectos que lo necesitan”.

Entre los participantes se encontraban figuras clave como Amani Abou-Zeid, comisionado de Infraestructura y Energía de la Unión Africana; Jennifer Morgan, secretaria de Estado y Enviada Especial de Alemania para la Acción Climática Internacional; y Eamon Ryan, ministro de Transporte, Clima, Medio Ambiente y Comunicaciones de Irlanda. Representantes del sector financiero y la industria, como Daniel Hanna de Barclays y Stephanie Pfeifer del Grupo de Inversores Institucionales sobre Cambio Climático, también aportaron sus perspectivas.

Uno de los consensos emergentes fue la necesidad de que las instituciones financieras de desarrollo desempeñen un papel más activo en la movilización de capital privado al mitigar riesgos. La creación de una sólida cartera de proyectos financiables de energía limpia es esencial para atraer a los inversores, especialmente en mercados emergentes. “Necesitamos intensificar los esfuerzos para conectar a los inversores que buscan oportunidades de energía limpia con los mercados donde esta inversión puede marcar una gran diferencia”, señaló Birol.

Dato

El presidente designado de la COP29, Mukhtar Babayev, afirmó: “Este segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Transición Energética de la AIE de la COP29 representa un momento importante para reunir a los líderes energéticos y climáticos para discutir las ambiciones para la COP29 en Azerbaiyán”. Babayev resaltó la urgencia de construir soluciones justas y compartidas frente al desafío climático, integrando las prioridades identificadas en estos diálogos en el plan de acción para la COP29.

A nivel global, el enfoque en la financiación climática ha generado tensiones, especialmente entre las grandes economías. Liu Zhenmin, enviado especial de Beijing para el cambio climático, advirtió sobre los riesgos de las medidas unilaterales que podrían aumentar los costos globales de las tecnologías verdes. En la Reunión Anual de los Nuevos Campeones del Foro Económico Mundial en Dalian, China, Liu destacó la importancia de las innovaciones y la capacidad de fabricación de China en la aceleración de la adopción de la energía verde.

La COP29 en Bakú será una prueba crucial para la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático. Liu enfatizó la necesidad de llegar a un nuevo acuerdo global sobre financiamiento climático, una tarea que se perfila complicada debido a los desacuerdos sobre la magnitud y la distribución de los fondos. Las naciones más pobres, que son las más vulnerables a los impactos climáticos, claman por un apoyo financiero significativo, mientras que las naciones ricas buscan distribuir la carga económica de manera más amplia.

El nuevo objetivo cuantificado colectivo en discusión pretende superar los actuales $us 100.000 millones anuales comprometidos por las naciones más ricas. Los otros países estiman que la cifra debe multiplicarse por 10.

SourceLa Razón

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