En los principales centros de abasto de Tarija, como el mercado Campesino, Abasto del Sur y algunas ferias barriales, el precio de la carne de pollo ha alcanzado los 16 bolivianos por kilo. En otros mercados, como el Bolívar y El Molino, el precio ha subido a 17 bolivianos, lo que ha generado malestar entre los consumidores y críticas hacia la falta de control por parte de las autoridades locales.
Los productores avícolas, por su parte, aseguran que el precio mayorista no ha sufrido cambios en el último mes. Karina Cachambi, gerente de la Asociación Departamental de Avicultores de Tarija (ADAT), explicó que aunque el precio del pollo ha sido volátil a lo largo del año, se ha mantenido estable en las últimas semanas, por lo que no ve razones para que los comerciantes aumenten el costo al consumidor final.
Afirmó que el precio mayorista de la carne de pollo no ha variado en más de un mes, por lo que no debería venderse a más de 16 bolivianos el kilo entero y 17 bolivianos el kilo troceado en los mercados. Mientras que en el caso del huevo, que se entrega entre 22 y 27 bolivianos el maple mayorista, no debería superar los 32 bolivianos en los mercados.
La ADAT señala que en caso de recibir denuncias sobre un supuesto incremento especulativo, están dispuestos a coordinar con la Intendencia Municipal y Defensa del Consumidor para llevar a cabo controles más estrictos en los mercados.
Contradicciones
La responsable del Viceministerio de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Silvia Palacios, reconoció que ha habido un aumento en el precio del pollo, pero indicó que en algunas zonas el precio sigue siendo más bajo. Refirió que en los mercados cercanos al centro, el kilo cuesta 16 bolivianos y en el Campesino se mantiene en 15,5 bolivianos.
El alza, según Palacios, podría estar relacionado con los efectos de la gripe aviar, que habría afectado la producción en Cochabamba, lo que ha obligado a Tarija a enviar más producto a otras regiones para cubrir la demanda. Sin embargo, restó importancia a las quejas, calificando el incremento como una «subida de apenas 0,50 centavos».
En esa misma línea, Palacios afirmó que se ha reducido el contrabando y actualmente la población está consumiendo la producción nacional.
A pesar de estas explicaciones, ha sido el dirigente del barrio San Marcos, Rodrigo Castillo, quien ha expresado su malestar y demandó mayor control en los mercados, y una revisión de los márgenes de ganancia de los intermediarios.
Castillo cuestionó el trabajo que realiza Defensa del Consumidor, asegurando que en todos los centros de abasto hubo un incremento de los precios y que ahora se va agudizar aún más, producto de las pugnas internas del Movimiento al Socialismo (MAS) que están bloqueando en departamentos del interior del país.