Planta Separadora de Líquidos en espera de su nuevo rol

Habían anticipado que la suspensión de envíos de gas a la Argentina dejaría a la Planta Separadora de Líquidos en una situación complicada, porque pararía sus operaciones y la inyección que se podría realizar sería costosa. Por el momento, las exportaciones de gas se reducirán y la crisis se agudizará, aunque hay autoridades que señalan lo contrario.
Autoridades del sector energético de Bolivia confirmaron la información que medios argentinos divulgaron, sobre la suspensión de los envíos de gas a la Argentina desde el 18 de septiembre.

Por su parte, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, dijo que el cese de los envíos de gas natural a Argentina no representarán pérdidas económicas para Bolivia, sino que, al contrario, traerá beneficios, cuya declaración ya fue criticada por especialistas en el tema, ante la falta de conocimiento sobre la situación económicas del país.

Planta Separadora
Por otra parte, el contrato suscrito entre Bolivia y Argentina, ameritaba la instalación de una Planta Separadora de Líquidos para la obtención de Gas Licuado de Petróleo (GLP) para consumo interno y exportación, cuya obra demandó una inversión de alrededor de 700 millones de dólares.

La planta debía operar a su máxima capacidad, 32 millones de metros cúbicos día (MMmcd), para producir 2.247 toneladas métricas día de GLP y 3.144 toneladas métricas día de etano, además de 1.044 barriles de isopentano y 1.658 barriles diarios de gasolina natural, según datos oficiales de ABI.

Declinación
Mientras tanto, el analista del sector de hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, ante el escenario de la suspensión de envíos de gas al vecino país y destinarlos a Brasil, indicó que probablemente se pueda llevar el producto, pero lo cierto es que los campos gasíferos están en declinación, sigue cayendo la producción.

“A la fecha, la producción bordea los 30 MMmcd y es muy probable que los 4 MMmcd que se enviaba a la Argentina se reduzca y en el mediano plazo tal vez ya no se tenga”, reflexionó el experto en el tema.
Recordó que el contrato estimaba enviar 27 MMmcd, pero las adendas redujeron el volumen en promedio a 16 MMmcd, por lo que la planta nunca operó a plena capacidad desde su inauguración, cuando ingresó en funcionamiento en 2015.

En el momento de la apertura se anunció la recuperación de la inversión en 10 años, calculando que la planta ingrese a plena operación por lo menos cinco años, pero nunca llegó a esta etapa.

El año pasado en promedio se envió 6 MMmcd y en lo que va del año, el volumen se encuentra en 4,8 MMmcd, informó.

Problema
Ahora, la pregunta es qué va pasar con la Planta y la producción de GLP, cuya producción permitía autosuficiencia y el excedente para exportación, cuestionó.
Mencionó que el ingeniero Gustavo Navarro planteó la instalación de un ducto desde Margarita a la planta, antes que el gas vaya a Brasil para dar uso a la infraestructura, pero no se avanzó en la propuesta.

Lamentó que una inversión pública significativa, probablemente podría quedar en desuso. “Aun así la planta operaría a menos del 40% de su capacidad”, apuntó.

Escenario hidrocarburos
Por otra parte, para el experto en hidrocarburos “no hay un proyecto importante nuevo” en puertas para que entre a operar en los próximos 12 meses.

Mientras la tendencia de la declinación de los campos gasíferos se mantienen; a pesar de los pequeños descubrimientos de medio MMmcd, no hay un cambio sustancial en el sector, que ingresó en crisis por caída de la oferta y la reducción de ingresos.

En cuanto a los anuncios de reservas que habría en el norte paceño y en otras partes del país, Velázquez lamentó que no se realicen las pruebas técnicas que corresponden antes de informar sobre el tema.

Los anuncios en el norte de La Paz obedecieron a una necesidad política que a una técnica, además “YPFB nunca publicó las pruebas para ver si había o no gas”, agregó.
“No se puede anunciar reservorio con la perforación de un pozo, se necesita dos o tres pozos, pero no ocurrió”, sostuvo.

En el caso de Mayaya, en el norte paceño, dijo que el reservorio está alejado de los sistemas de transporte; no hay infraestructura para distribuir el gas.

El exministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, estimó que para llevar el gas de esa zona al país se requeriría 1.500 millones de dólares.

A eso hay que sumar el tiempo, el desarrollo de toda la infraestructura y logística, tomaría entre cuatro a cinco años, detalló.
Para el consultor financiero Jaime Dunn, la planta ya no tiene gas y esto obedecería a un mal manejo de la política energética de Bolivia, debido a que en 2015 se inauguró la planta, en cuyo año empezó la declinación de los campos gasíferos.
Entre 2015 y 2016 ya se observó una caída de 65% en ingresos por la venta de gas, indicó.

Brasil
“Brasil presenta una demanda insatisfecha muy grande, y considera a YPFB como un suministrador confiable y seguro. Por otro lado, tenemos firmados algunos contratos y otros con suministros interrumpibles. Incluso ya hemos firmado contratos con otros clientes para este último trimestre y estamos negociando otros contratos para el período 2025 al 2027. Los titulares de los contratos de operación en Bolivia tienen que estar tranquilos porque ellos tienen conocimiento sobre estas negociaciones”, manifestó Dorgathen Tapia.

SourceEl Diario

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