Hasta el año 2026, Bolivia prevé alcanzar una potencia instalada de 902 MW (megavatios) de generación con nuevos proyectos eléctricos a partir de fuentes eólicas (396 MW) y fotovoltaicas (506 MW), informó el director ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN), Eusebio Aruquipa.
La autoridad participó como panelista en el II foro “Armonización regulatoria regional de los sistemas eléctricos para fomentar la integración regional y la transición energética”. Asistieron, además, autoridades y delegados de 27 países; miembros de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) en Paraguay.
Aruquipa informó en la cita internacional que, este año, el país alcanza una potencia instalada de 303 MW de generación a partir de fuentes eólicas (135 MW) y fotovoltaicas (168 MW); desde el ingreso progresivo de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) a su parque de generación eléctrica; el año 2013 con el Parque Eólico Qollpana de 3 MW emplazado en Cochabamba.
A nivel internacional, la integración de los sistemas eléctricos con ERCN aún enfrenta dificultades por la falta de estándares regulatorios comunes; y el nivel de infraestructura de las redes de transmisión y distribución de los países de la región.
“A nivel nacional, factores como la infraestructura de la red de transmisión y distribución, la falta de normativas para el almacenamiento de energía, incentivos de inversión en proyectos ERCN; y la normativa obsoleta (Ley N° 1604 de Electricidad) son las principales barreras regulatorias que frenan una mayor incorporación de las ERCN en Bolivia”; destaca un informe.
La introducción de nuevas tecnologías en Bolivia como la Generación Distribuida, Electromovilidad y las ERCN han promovido la incorporación; y actualización de normativas regulatorias que permitan una mayor adaptabilidad a los nuevos desafíos globales.
Generación Distribuida en Bolivia
La incorporación de sistemas de Generación Distribuida con fuentes renovables no solo desplaza el uso de recursos energéticos convencionales para la generación de energía; sino que promueve el desarrollo de empresas instaladoras de insumos eléctricos y servicios profesionales, autoabastecimiento para el usuario y el cuidado al medioambiente.
Mientras que la Electromovilidad proyecta una integración efectiva y sostenible de la infraestructura de la red de distribución, a través de las infraestructuras de carga de vehículos eléctricos; la integración con Redes Inteligentes (Smart Grid) para atender la demanda de sectores domiciliarios, residenciales y comerciales.
Asimismo, destacan que el hidrógeno verde es una alternativa prometedora para la transición energética; su implementación requiere una normativa específica e incentivos financieros para desarrollar su infraestructura.
El foro fue organizado por GET Transform y la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de la Energía (ARIAE), en el marco de la IX Semana de la Energía.