El precio del oro, que recientemente alcanzó un máximo histórico, ha experimentado una caída tras un ajuste en la percepción de los riesgos geopolíticos. Factores como las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el conflicto en Oriente Medio han influido en este descenso. A media semana, el precio del oro al contado bajó un 1,0%, situándose en $us 2.718,79 por onza el miércoles, después de haber alcanzado un máximo récord de $us 2.758,25.
Este retroceso no fue inesperado. Analistas de Bloomberg explican que el oro estuvo en un nivel de sobrecompra en las últimas tres sesiones. Esto se refleja en el índice de fuerza relativa del metal, que alcanzó niveles altos, lo que indicaba una posible corrección a corto plazo. Además, la presión sobre el oro aumentó por el fortalecimiento del dólar y el alza en los rendimientos de los bonos.
A pesar de esta caída, la demanda de refugio seguro sigue siendo clave en la evolución del precio del oro. La incertidumbre en torno a la contienda presidencial en Estados Unidos y las crecientes tensiones en Oriente Medio han llevado a los inversores a optar por activos más estables.
Demanda del oro
El conflicto en Oriente Medio, especialmente las tensiones entre Israel y las fuerzas de Hamás y Hezbolá, ha añadido incertidumbre que apoya la demanda de oro. Esto ha permitido al metal superar las presiones causadas por el dólar fuerte y los altos rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
No obstante, la toma de ganancias y el análisis técnico sugieren posibles desafíos para el oro en las próximas semanas. Bruce Powers, analista de FXEmpire, indicó que «el oro alcanzó su objetivo de $us 2.754 antes de encontrar resistencia en $us 2.758, lo que desencadenó una reversión bajista». Esta señal técnica sugiere una posible corrección más profunda, con el precio aproximándose a niveles de soporte clave, como el promedio móvil de 20 días, situado en $us 2.667.
Perspectivas
Aunque el precio ha retrocedido, las perspectivas a largo plazo para el oro siguen siendo positivas. Suki Cooper, analista de Standard Chartered, prevé un alza en el horizonte y estima que el precio del oro promediará los $us 2.800 por onza en el cuarto trimestre de este año, y podría llegar a $us 2.900 en el primer trimestre del próximo año. Asimismo, Citi Research ha elevado su proyección a corto plazo, ajustando su pronóstico de tres meses de $us 2.700 a $us 2.800 por onza, y proyectando hasta $us 3.000 en los próximos seis a doce meses.
Mientras tanto, otros metales preciosos han mostrado movimientos variados. Los futuros de la plata cayeron un 0,5% a $us 34,88 la onza, mientras que el platino subió un 0,5%, alcanzando $us 1.046,10 la onza. Por otro lado, el cobre sufrió pérdidas, cayendo un 0,4% debido a las decepcionantes medidas de estímulo económico en China.
Aunque el oro ha retrocedido desde su máximo histórico, la perspectiva a largo plazo sigue siendo optimista, impulsada por la continua incertidumbre geopolítica y las expectativas de una política monetaria más moderada en Estados Unidos. «Es probable que veamos mayor volatilidad en los precios del oro en el corto plazo», concluyó Powers, «pero los fundamentos para un repunte a largo plazo permanecen intactos».