El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, informó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a través de una subsidiaria, ofrece diésel a un precio referencial de 8,65 bolivianos por litro. Esta propuesta está dirigida a empresarios privados interesados en importar combustible directamente al país, una posibilidad habilitada tras la aprobación de un decreto gubernamental.
“YPFB hizo su oferta mediante una subsidiaria. Estaríamos comercializando a 1,1 dólares (el litro, Bs 7,65) de diésel y un boliviano por litro el almacenamiento y la logística hasta 250 kilómetros (sumando 8,65 bolivianos). Esos son los costos que tenemos como YPFB sin tener utilidades, simplemente con el objetivo de facilitar la comercialización a los empresarios que deseen optar por esta opción.
Obviamente, ellos son libres de tener diferentes proveedores a nivel internacional, determinar la logística y si existe servicio de almacenamiento”, explicó Gallardo.
El reciente decreto permite a actores privados, como empresas y cooperativas, importar y comercializar combustibles en el país, incluyendo surtidores, una medida adoptada tras reuniones con sectores productivos y de transporte. Esta normativa amplía el alcance del Decreto 5218, que anteriormente solo permitía la importación para consumo propio. Ahora, sectores como cooperativas, agricultores y mineros podrán importar combustible para su venta directa.
Gallardo aclaró que los importadores deberán definir sus costos dependiendo de la logística y los proveedores que elijan. “Ellos solicitaron que se libere para que realicen la importación directa. Se da todas las facilidades, pero el Gobierno no deja su responsabilidad de proveer de combustible a todos los sectores. En base a eso se realiza la planificación de importaciones y el abastecimiento al mercado”, aseguró el ministro.
El titular de Hidrocarburos subrayó que YPFB continuará con su rol de importador y distribuidor de combustible subvencionado para el mercado interno. La opción de importación directa por parte de privados busca aliviar la presión de la demanda, especialmente en el caso del diésel, clave para el sector agropecuario en el oriente del país, donde las largas filas para abastecerse siguen siendo un desafío.
“La normativa pone todas las condiciones y requisitos para que, de forma privada, diferentes actores puedan satisfacer sus necesidades mediante la venta directa de combustibles”, concluyó Gallardo, destacando que esta medida refuerza la capacidad de respuesta del país ante la creciente demanda de hidrocarburos.