M.Sc. Onel Linares Rodriguez
Docente de Maestría Gestión de Energías Renovables y eficiencia energética en Utepsa.
Las energías renovables (EERR) provienen de fuentes naturales que se regeneran a un ritmo superior al de su consumo, como la solar, eólica e hidráulica. A diferencia de las energías convencionales basadas en combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), las EERR emiten significativamente menos gases de efecto invernadero, lo que ayuda a mitigar el cambio climático. En el contexto global, la transición hacia energías renovables es urgente para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y sus impactos ambientales. En Bolivia, más del 60% de la producción energética proviene de fuentes no renovables, lo que genera altas emisiones de dióxido de carbono (CO2). Santa Cruz de la Sierra, como principal motor económico del país, enfrenta una creciente demanda de energía, lo que hace esencial incorporar las EERR como parte de su estrategia energética.
Contexto energético de Santa Cruz de la Sierra
Santa Cruz ha experimentado un fuerte crecimiento poblacional y económico, lo que ha incrementado la demanda de energía, especialmente en la industria y el comercio. A pesar de contar con importantes recursos hidroeléctricos, las fuentes de energía tradicionales no cubren totalmente esta demanda. Según datos de 2023, Bolivia tiene una participación del 8.2% de energías renovables no convencionales, mientras que el 71.2% proviene de fuentes termoeléctricas. El Plan de Desarrollo Económico Social (PDES) 2021-2025 busca incrementar la participación de las energías renovables en la matriz energética del país, con el objetivo de alcanzar el 75% de generación limpia en los próximos años, lo que incluye hidroeléctrica, solar, eólica y biomasa.
Las energías renovables como solución estratégica
Santa Cruz posee un gran potencial para el aprovechamiento de las EERR, dadas sus características geográficas y climáticas. Las principales fuentes de energía renovable en la región son:
Energía solar: Con una radiación solar diaria promedio de 5.4 kWh/m², Santa Cruz es ideal para la instalación de paneles solares. La adopción de esta tecnología podría reducir los costos energéticos en un 40%, según el Banco Mundial (2019).
Energía eólica: Aunque la región no es conocida por vientos constantes, existen áreas rurales como el municipio de Cabezas con vientos que alcanzan hasta 5.5 m/s, adecuados para parques eólicos de pequeña escala.
Biomasa: Santa Cruz, como principal productor agrícola del país, genera grandes cantidades de residuos orgánicos que podrían convertirse en biogás o biocombustibles. Esto no solo contribuiría a la producción de energía, sino que también ayudaría en la gestión de residuos y generaría empleo.
Hidroenergía: Aunque Bolivia ya aprovecha recursos hidroeléctricos, Santa Cruz tiene oportunidades para desarrollar pequeños proyectos hidroeléctricos en zonas rurales, lo que mejoraría el acceso a la electricidad y reduciría la vulnerabilidad de las comunidades apartadas.
Impactos económicos, sociales y ambientales de las energías renovables
La transición hacia una matriz energética renovable tendría impactos positivos en varios niveles:
Desarrollo económico y generación de empleo: La industria de las EERR es un motor clave para la creación de empleos. Según el Foro Económico Mundial (2020), cada millón de dólares invertido genera 5.5 empleos en el sector solar y 4.2 en el eólico. Además de los empleos directos, se generarían puestos relacionados con la investigación y el desarrollo tecnológico.
Sostenibilidad ambiental: El uso de EERR reduciría considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual es crucial para mitigar los efectos del cambio climático. Además, tecnologías como la solar y eólica requieren menos espacio para su instalación, lo que las hace menos invasivas en términos ambientales.
Seguridad energética: Diversificar las fuentes de energía locales mejoraría la resiliencia del sistema energético de Santa Cruz, reduciendo la dependencia de fuentes externas y aumentando la estabilidad del suministro eléctrico.
Desafíos para la transición hacia energías renovables
A pesar de sus beneficios, la transición hacia energías renovables enfrenta desafíos significativos:
Inversión inicial y financiamiento: Las tecnologías renovables requieren una inversión inicial alta. Aunque los costos de las tecnologías solares y eólicas han disminuido, la falta de acceso a financiamiento adecuado sigue siendo un obstáculo. Se necesitan políticas públicas que promuevan subsidios o incentivos fiscales para facilitar la adopción de estas tecnologías.
Capacitación y transferencia de tecnología: Existe una falta de personal capacitado en el sector de las energías renovables. Es necesario invertir en formación técnica y en la transferencia de tecnología desde países con mayor experiencia en este sector.
Marco normativo y políticas públicas: La creación de un marco normativo claro y coherente es esencial para incentivar la inversión en energías renovables. El gobierno debe implementar políticas que favorezcan las EERR, como estándares de eficiencia energética y beneficios fiscales.
Conclusión
Santa Cruz de la Sierra tiene un gran potencial para desarrollar energías renovables como la solar, eólica, biomasa e hidroeléctrica, lo que podría transformar la matriz energética del país y mejorar la seguridad energética. Aunque existen desafíos en términos de inversión, capacitación y políticas públicas, los beneficios económicos, sociales y ambientales de esta transición justifican el esfuerzo. Para lograrlo, es necesario un enfoque coordinado entre los sectores público y privado, que impulse el desarrollo de un modelo energético sostenible, inclusivo y resiliente para el futuro de Santa Cruz.