“Jamás llamé a una lucha armada”. De esa manera Evo Morales realizó una aclaración después de la polémica que surgió por sus declaraciones del fin de semana.
Morales dijo en su programa dominical que había recibido sugerencias para optar por una lucha armada en la pugna contra el Estado colonial. Sus detractores lo acusaron de conductas antidemocráticas y hasta terroristas.
El expresidente se pronunció este lunes, mediante redes sociales, para pedir que no lo tergiversen ni le hagan decir que no dijo.
Explicó que “compañeros de base” hablan de lucha armada, debido a su indignación por “la criminalización de las protestas sociales, desconocimiento a dirigentes legítimos, gasificación de congresos orgánicos y toma de sedes sindicales con la policía”.
Morales aseguró que no está de acuerdo con esas propuestas y que, incluso, le preocupan.
Enfatizó que, con la creación del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) se elegido el camino de la paz y los instrumentos de la democracia.
Pero en su programa también dijo desconocer si hubo un «auto atentado» o si es que sus bases tuvieron alguna participación en la emboscada a policías que salieron de Potosí a La Paz antes de la llegada de la última marcha del «evismo».