A menos de seis meses de las elecciones generales (17 de agosto) en el país, el panorama preelectoral va tomando cierta consistencia con algunas precandidaturas y candidaturas oficialmente anunciadas y otras que, se espera, se oficialicen en el transcurso de los próximos meses.
Sin embargo, hasta el momento todavía no han surgido rostros visibles que representen a los indígenas como candidatos en las justas electorales, no necesariamente en la línea del Movimiento Al Socialismo (MAS), sino como alternativa a este partido, tomando en cuenta otras propuestas sociales, políticas y económicas.
El escenario preelectoral es diverso; entre políticos conocidos, aspirantes relativamente jóvenes y poca presencia de mujeres, la ausencia de líderes indígenas podría contradecir estos 19 años de gobierno del MAS y 14 al mando de Evo Morales, autonombrado y calificado por sus seguidores como el “primer presidente indígena de Bolivia”.
En entrevista con Los Tiempos, el historiador y activista del movimiento indianista Pedro Portugal Mollinedo sostiene que la experiencia del MAS, al haber utilizado lo indígena ha desgastado y desvalorizado a esas ideas y a sus exponentes físicos. “Lo demuestra la ausencia de personas de esa extracción en la actual pugna electoral”, asegura.
Sostiene también que el MAS reprodujo aquello que en anteriores ciclos dio fuerza y al mismo tiempo provocó la hecatombe de los partidos que lideraron la política: el asunto indígena.
“Todo partido que hegemonizó un ciclo lo hizo con apoyo indígena y, al no poder satisfacer la solución de los problemas de una manera que no sea prebendalista y manipuladora, es descartado por esa misma población”, sostuvo.
Portugal enfatiza que el MAS fue esencialmente un partido de dirección clasemediera criolla. “El indio fue su base como lo fue antes de populistas como Belzu o Bautista Saavedra, o de partidos como el MNR”, apuntó.
Para el periodista y analista político, Andrés Gómez, habría un candidato indígena, David Choquehuanca. “Aunque él todavía no oficializó, sin embargo, tampoco negó su candidatura”, dijo.
Gómez apunta a que una de las causas de la ausencia de candidatos que reivindiquen la representación de los publos originarios puede ser producto de que el sujeto indígena está sufriendo el cambio de su imagen positiva a negativa debido a los casos de corrupción que involucra a dirigentes y autoridades que reivindicaban esa cualidad.
“En los 19 años del masismo, el sujeto político indígena, particularmente el del MAS, ha sido asociado con incapacidad en la administración pública, deficiente formación profesional y ausencia de valores. Esta percepción se replica a militantes del MAS, no a indígenas que sí tienen una excepcional formación”, apunta.
El analista político, Marcelo Arequipa, se muestra contrario a que no exista una presencia indígena. “La política en general no está ausente de líderes indígenas. Si uno se fija en los actuales políticos que interpelan el poder o que están cerca del poder, son indígenas campesinos. No creo que haya una ausencia en ese tema”, afirmó.
Arequipa ve que los entornos “subalternos”, son hoy en día verdaderos sujetos de poder, que es distinto a lo que se tenía antes del año 2009.
Antecedentes históricos
Víctor Hugo Cárdenas, representante aymara, ocupó el cargo de vicepresidente de la República entre 1993 y 1997.
Ese hecho, para algunos historiadores y analistas, constituye un hito importante en la participación activa de los pueblos indígenas en la política del país.
Sin embargo, para otros analistas y sectores políticos de la época, la figura de Cárdenas sólo fue una representación simbólica.
Al respecto, Pedro Portugal sostiene que mucho antes del MAS, el indio participó en la vida política de Bolivia. “El Willka Zárate y Laureano Machaca, por ejemplo, pugnaban por representar a los aymaras en el poder Ejecutivo”, afirma.
Portugal enfatiza en que “la diferencia con Víctor Hugo Cárdenas es que este último accede a la vicepresidencia acompañando a un candidato criollo y en el marco de las disposiciones legales, mientras los anteriores intentos estuvieron siempre enmarcados en situaciones de conflicto y, frecuentemente, de enfrentamiento”, concluyó.