Los ingresos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cayeron un 10,6% en 2024, totalizando 4.422 millones de dólares, según informó el presidente de la empresa estatal, Armin Dorgathen. La cifra representa la mitad de los 8.809 millones de dólares obtenidos en 2014, cuando los precios de los hidrocarburos alcanzaron su punto más alto. Además, la renta petrolera se ubicó en 1.635 millones de dólares, la más baja desde 2006, con una proyección de caída adicional este año.
La tendencia a la baja en los ingresos de YPFB se mantiene desde 2014. En 2023, la estatal reportó 4.951 millones de dólares, mientras que en 2022 la cifra fue de 5.987 millones. Sin embargo, los resultados de 2024 marcan el nivel más bajo en una década, reflejando los desafíos del sector hidrocarburífero boliviano.
Causas del descenso
El principal factor detrás de la caída en los ingresos es la reducción de las exportaciones de gas natural, que han sido históricamente la fuente clave de recursos para YPFB. En 2013, Bolivia exportaba gas por un valor de 6.113 millones de dólares. Sin embargo, desde 2016, las ventas han disminuido debido a la baja de precios internacionales y la reducción en la producción.
En 2023, Argentina, uno de los principales compradores, puso fin de manera anticipada a su contrato de compra de gas, mientras que Brasil, otro mercado estratégico, ha reducido su demanda por debajo de los 30 millones de metros cúbicos diarios pactados en 1996.
La renta petrolera, que incluye regalías, impuestos y utilidades de las empresas operadoras, alcanzó 1.635 millones de dólares en 2023, el nivel más bajo en 17 años. Para 2024, se prevé una nueva caída hasta los 1.502 millones de dólares, lo que agrava el impacto en las finanzas públicas, dado que los hidrocarburos siguen siendo una de las principales fuentes de ingresos del Estado boliviano.
Otros ingresos
YPFB también genera ingresos por la comercialización de urea, cuyas exportaciones sumaron 115,6 millones de dólares hasta noviembre de 2023, y por la venta de carburantes en el mercado interno. No obstante, estos ingresos no han sido suficientes para compensar la pérdida en las exportaciones de gas.
En paralelo, los costos operativos de la empresa, que incluyen transporte, compresión, almacenamiento y pagos a subsidiarias y operadoras, siguen ejerciendo presión sobre su estructura financiera.
Perspectivas
Pese a la crisis, YPFB reportó una utilidad neta de 418,3 millones de bolivianos en 2023, un 24,5% más que en 2022. Sin embargo, la caída en los ingresos por ventas de bienes y servicios, que pasaron de 41.833 millones de bolivianos en 2022 a 34.623 millones en 2023, refleja un panorama desafiante para la empresa y la economía nacional.
La reducción de ingresos y renta petrolera plantea serios desafíos para la economía boliviana, altamente dependiente del sector hidrocarburífero.