El 32% de los adultos en Bolivia padece de obesidad y el 70% tiene un índice de masa corporal (IMC) alto, indicadores que irán en ascenso hacia 2030, según el Atlas Mundial de la Obesidad 2025.
El informe, elaborado por la Federación Mundial de Obesidad y basado en datos del Instituto de Métricas de Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales, advierte que para 2030, 6,3 millones de adultos tendrán un IMC elevado en Bolivia, que tiene una población superior a los 11,3 millones de personas.
El estudio refleja un aumento constante del sobrepeso y la obesidad desde el inicio del siglo XXI, tanto en hombres como en mujeres, y proyecta que la tendencia seguirá en ascenso hacia 2030.
Según el informe, en 2010 en el país había 1,3 millones de hombres en Bolivia con un IMC elevado, cifra que subió a 1,7 millones en 2015 y que se prevé que se eleve a 3 millones en 2030.
Además, en 2010 había 1,6 millones de bolivianas con un IMC alto, en 2015 la cantidad superó los 2 millones y la proyección para 2030 es de 3,3 millones de mujeres.
El IMC se calcula dividiendo el peso de la persona (kg) entre su estatura en metros cuadrados (m2).
Los incrementos previstos en Bolivia se dan en todos los estadios del IMC elevado: sobrepeso (25-29,9 kg/m2), obesidad leve o tipo I (30-34,9 kg/m2) y obesidad moderada/severa, más de 35.
El estudio también señala que en 2021 se registraron 3.205 muertes prematuras asociadas a un elevado IMC y había 59.294 personas con problemas de salud vinculados a ese factor, sobre todo diabetes tipo 2, accidentes cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles.
Algunos factores de riesgo son la falta de actividad física, reportada en un 20 a 30% de los adultos en el país, y el consumo de bebidas azucaradas, con entre 1.000 a 2.500 mililitros por persona a la semana.
El reporte advierte que en Bolivia no hay directrices nacionales para el manejo del IMC elevado, ni para el manejo de la inactividad física.
El país sí tiene directrices para el tratamiento en primera asistencia de enfermedades no transmisibles, aplica impuestos a las bebidas azucaradas y en los últimos cinco años realizó encuestas sobre la obesidad y sobrepeso en adultos, dietas no saludables e inactividad física.
En el mundo, el número de personas adultas con obesidad llegará a los 1.130 millones en 2030, un aumento del 115% respecto a 2010, con carencias sanitarias para abordar este problema en el 93% de los países, según el informe.
“El factor más importante del sobrepeso es el sedentarismo”
* Cecilia Encinas, nutricionista
El 32% de los adultos en Bolivia padece sobrepeso y el 70% tiene un índice de masa corporal alto (IMC). ¿Qué le dicen estos datos?
Primero, la tasa metabólica basal disminuye con edad, lo que significa que el cuerpo quema menos calorías en reposo. Es decir, que el factor más importante (del sobrepeso) es el sedentarismo. Entre menor actividad física hagamos, más tendencia tendemos a tener sobrepeso u obesidad. Segundo, también influyen mucho los factores hormonales, el uso de medicamentos, la malnutrición, la accesibilidad alimentaria y, en este caso, también ciertos factores genéticos, que también pueden influir.
Ahora, la obesidad en adultos mayores trae consecuencias: un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión e infartos, y un aumento de probabilidades en desarrollar diabetes tipo 2, además de problemas articulares, como la artrosis, dolor de rodillas, caderas, y menor movilidad e independencia.
¿Cómo prevenimos todo eso?
Hay ciertas estrategias para prevenir y tratar la obesidad en la tercera edad, que es una dieta equilibrada, un ejercicio adaptado, control médico y un apoyo emocional y social. Y, sobre todo, en la parte nutricional, tener acceso a una dieta equilibrada: frutas, verduras, carnes libres de grasa, carbohidratos (arroz, papa, quinua, camote, todo lo que tengamos a nuestro alrededor y de temporada). No significa que lo caro sea lo más saludable, sino que tengamos una dieta balanceada.
En general, ¿cómo está compuesta la dieta de los bolivianos en general? ¿Es buena o mala?
En nuestro país, que tan diverso, culturalmente hablando, tenemos, en ciertas zonas, más carbohidratos que en otros lugares. Nos caracterizamos mucho por manejar más carbohidratos (que otros alimentos). Entonces, tenemos que equilibrarnos. Sabemos que esa es una fuente de energía, pero tampoco hay que excedernos en la cantidad. Yo hablo mucho de no satanizar los alimentos, pero sí de equilibrarlos (…). Entre más colores tenga nuestro plato, será mucho más diverso en nutrientes.
¿Cómo se lleva una dieta equilibrada?
Tenemos que empezar a tener educación alimentaria, que no significa comer siempre en mucha cantidad. La calidad de lo que comemos es lo que nos va a ayudar a tener más energía (…). A veces, combinamos muchos alimentos en un mismo tiempo de comida y eso hace que consumamos más energía y no la gastemos. También tenemos que tener en cuenta que tenemos que hacer actividad para poder gastar lo que consumimos.