La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) negó este lunes las acusaciones de sobreprecio en la comercialización de carne de res, luego de que Germán Cachi, dirigente de la Federación de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas (Futecra), señalara irregularidades en los costos.
Gabriela Pareja, gerente de Comercialización de la estatal, aclaró que desde hace un mes el kilo gancho se vende a Bs 34 exclusivamente a intermediarios independientes, un precio inferior al de otras empresas del rubro, que cotizan el producto hasta en Bs 40.
“Desmentimos categóricamente que Emapa venda con precios elevados. Nuestro precio es transparente y está alineado con el mercado”, afirmó Pareja.
Carne
Asimismo, la funcionaria aclaró que la empresa estatal no vende la carne al consumidor final, luego de que la población malinterpretara la información y acudiera a las sucursales de Emapa en busca del producto.
“El precio al público depende de los distribuidores, pero como Estado garantizamos que nuestra tarifa a intermediarios sea justa”, agregó.
Cachi, en declaraciones previas, había acusado a Emapa de fijar precios altos que impactan en el bolsillo de la población. Sin embargo, la gerente de la estatal insistió en que la diferencia radica en los eslabones posteriores de la cadena. “Nosotros entregamos la carne a 34 bolivianos (…), si hay incrementos al consumidor, corresponde a los canales de distribución”, sostuvo.
La polémica surge en un contexto de tensiones recurrentes entre actores de la cadena cárnica, donde intermediarios y gremios suelen responsabilizarse mutuamente por las fluctuaciones de precios.
Emapa, creada para estabilizar el mercado de alimentos, reiteró su compromiso de “evitar especulaciones” y adelantó que evaluará mecanismos para monitorear los precios finales, aunque sin asumir control directo sobre la venta al público.
Mientras tanto, Futecra exigió al Gobierno intervenir para garantizar que el kilo gancho rebaje nuevamente a Bs 24,50, precio que se acordó a finales de 2024.